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¿Qué es esto? ¿Un bolso para hormigas?

MSCHF, el colectivo creativo responsable de las Big Red Boots que pisaron fuerte en la Semana de la Moda de Nueva York en febrero, está pensando en algo más pequeño para la presentación de su próximo accesorio. Mucho más pequeño.

El 14 de junio, el grupo presentó su bolso Microscopic Handbag, una versión del bolso de mano OnTheGo de Louis Vuitton, pero en tamaño migaja. El bolso mide 657 por 222 por 700 micrómetros, lo que lo hace más pequeño que un grano de sal marina y lo bastante estrecho como para pasar por el ojo de una aguja.

De lejos, la bolsa verde fluorescente parece una semilla de amapola radiactiva o el fragmento de una chispita de repostería. Sus asas translúcidas y el monograma de Louis Vuitton son visibles con claridad solo bajo el microscopio. No es el tipo de bolsa que puedes llenar de verduras en el mercado agrícola: cuando mucho, podría servir para llevar una o dos plaquetas.

Kevin Wiesner, director creativo de MSCHF, presentó el bolso como un comentario sobre la falta de practicidad de los bolsos de lujo, que son cada vez más pequeños. “Creo que ‘bolso’ es un objeto curioso porque proviene de algo rigurosamente funcional”, afirmó en una entrevista. “Pero básicamente se ha convertido en joya”.

El objetivo de MSCHF es llevar esta tendencia hasta sus últimas consecuencias, despojando al bolso de toda utilidad y dejándolo solo como un símbolo de marca. “Es la última palabra en miniaturización de bolsos”, señaló MSCHF en un comunicado.

El bolso se venderá este mes como lote en Just Phriends, una subasta organizada por Sarah Andelman, exdirectora creativa de la boutique parisina Colette, que cerró en 2017, y Joopiter, la casa de subastas fundada por Pharrell Williams.

No obstante, señaló que Williams había mostrado afición por los objetos de tamaño extraño: “A Pharrell le encantan los sombreros grandes, así que le hicimos un bolso increíblemente pequeño”.

Todo esto concuerda con la historia de excentricidades provocadoras de MSCHF. El colectivo se fundó oficialmente en Brooklyn en 2019 por Wiesner, Gabriel Whaley, Daniel Greenberg, Stephen Tetreault y Lukas Bentel. Durante mucho tiempo, este ha aprovechado la parodia y la controversia para comentar los absurdos de la cultura de consumo.

Entre sus lanzamientos se encuentran unas sandalias “Birkinstock” de 76.000 dólares hechas a partir de bolsos Birkin (que se lanzaron sin la bendición de Birkenstock ni de Hermès) y un par de “Jesus Shoes” o Nike Air Max 97 personalizados que contienen agua bendita del río Jordán.

Si esos proyectos le permitieron a MSCHF burlarse de la cultura de los tenis y de la religión organizada, el bolso microscópico dirige la mirada hacia el mercado de los bolsos de lujo.

Cuando se trata de bolsos, el tamaño sí importa. Piensa en el bolso de Burberry “absurdamente grande” que se consideró ridículo en la serie Succession. O el diminuto bolso de mano de Valentino que Lizzo llevó de la alfombra roja de los American Music Awards a la estratósfera de los memes, o el microbolso que estrenó Jacquemus en la Semana de la Moda de París en 2019.

Aunque los bolsos de lujo se consideran deseables en parte porque algunos no pierden su valor, los nuevos bolsos “de moda” se consagran a un ritmo vertiginoso, desde ofertas de lujo más minimalistas como el miniCleo de Prada y el bolso Jodie de Bottega Veneta del tamaño de un caramelo, hasta bolsos más divertidos como la bolsa de galletas de Puppets and Puppets y el microhuevo de Simone Rocha.

MSCHF llevaba varios meses debatiendo la idea de un bolso en miniatura cuando Whaley se la planteó a Andelman durante un viaje a París. Ella no dejó pasar la oportunidad de ofrecer un bolso menos obvio que los que suelen subastarse. “Christie’s y Sotheby’s tienen bolsos de Hermès”, explicó Andelman. “Se ha convertido en algo tan habitual que me da miedo”.

MSCHF se puso en contacto con varios fabricantes industriales especializados en biotecnología, que Wiesner dijo que encontraron preguntando por ahí y buscando en Google. Muchos se negaron.

Todo el proceso fue un ejercicio de persuasión, según recordó Wiesner, “porque vas a una cadena de producción que fabrica endoprótesis y les pides que hagan una escultura”. Al final, aceptó un fabricante que no quiso identificar.

El bolso se creó con resina mediante un proceso llamado polimerización de dos fotones, un tipo de impresión 3D para objetos microscópicos. Se eligió el estilo OnTheGo porque su diseño (un rectángulo sencillo con un logotipo en relieve) podía reproducirse de manera legible a una escala así de pequeña, explicó Wiesner. Su color brillante y su ligera translucidez pretenden hacerlo más visible cuando se ilumina desde abajo en un portaobjetos de microscopio. (Según MSCHF, el bolso se venderá en un estuche de gel sellado y premontado bajo un microscopio con pantalla digital).

Cuando llegaron las muestras del bolso hace unos meses, eran tan pequeñas que, según Wiesner, el equipo perdió algunas, pero al menos uno de los bolsos que sobrevivió se expondrá a finales de este mes, fijado bajo el microscopio, durante la Semana de la Moda Masculina de París.

El 19 de junio se subastará el bolso por internet a un comprador que Wiesner espera que no la trate con demasiada reverencia. “Casi espero que alguien se la coma”, concluyó.

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