Lo que dijo Trump
“Por supuesto que exoneró a Mike Pence. Me da gusto. Mike no hizo nada malo, aunque tenía documentos clasificados en su casa. Pero lo exoneraron. Y el caso de Biden es otra cosa”.
Esta afirmación es engañosa. Se encontraron documentos clasificados tanto en la casa del exvicepresidente Mike Pence en Indiana, en enero, como en la antigua oficina de Biden en un centro de investigación en Washington en noviembre y en su residencia de Delaware en enero. El Departamento de Justicia decidió no presentar cargos contra Pence; en cuanto a Biden, la investigación sobre su manejo de materiales está en proceso.
Pero las diferencias entre esos casos y el de Trump son significativas, en particular en lo que respecta al volumen de documentos encontrados y la respuesta de Biden y de Pence.
En la casa de Pence se encontró aproximadamente una decena de documentos marcados como clasificados. El FBI inspeccionó su casa en febrero, con su consentimiento, y encontró un documento clasificado más. No está claro cuántos documentos clasificados tenía en su posesión Biden, pero sus abogados han dicho que se encontró “un pequeño número” en su antigua oficina y alrededor de media docena en su casa de Delaware.
En contraste, Trump tenía “cientos” de documentos clasificados, según la acusación formal del Departamento de Justicia, en la que se indica que algunos de los registros contenían información sobre los programas nucleares del país y “posibles vulnerabilidades de Estados Unidos y sus aliados a ataques militares”. En total, el gobierno ha recuperado más de 300 archivos con marcas de clasificado de su casa y su club privado de Florida.
Otra diferencia es que representantes de Pence y Biden han dicho que no se percataron de que habían conservado esos documentos y no tardaron en informar a la NARA cuando lo descubrieron. Además, ambos cooperaron con funcionarios del gobierno para devolver los documentos y, al parecer, cumplieron voluntariamente con la realización de búsquedas en sus propiedades.
En contraste, Trump se opuso en repetidas ocasiones, durante meses, a las solicitudes de devolver materiales y, según se lee en la acusación formal, desempeñó un papel activo para ocultarles a los investigadores documentos clasificados. La NARA le informó a Trump en mayo de 2021 que faltaban ciertos documentos presidenciales. Algunos agentes recuperaron 15 cajas de Mar-a-Lago en enero de 2022, pero sospechaban que todavía faltaban registros. Siete meses después, agentes del FBI registraron el inmueble de Florida y recuperaron más documentos.