¡Adiós a los errores tipográficos y gramaticales! ¡Adiós a los deslices autocorregidos con los dedos gordos y a la desesperación textual! El botón de edición está llegando a Twitter.
El jueves, tras innumerables ruegos de muchos de sus más de 237 millones de usuarios, algunas personas empezaron a poder pulsar un botón en el servicio de redes sociales para editar un tuit después de haberlo publicado. Solo han pasado unos 15 años, nueve meses y 22 días desde que empezaron a pedir esa posibilidad.
Desde que se presentó Twitter en 2006, los fundamentos de su uso han sido sencillos y constantes: escribías un tuit, lo publicabas y luego te atenías a las consecuencias. No había vuelta atrás en la línea de tiempo.
Eso hace que el botón de edición sea quizás el mayor cambio en el servicio de redes sociales desde 2017, cuando Twitter aumentó el límite de caracteres para los mensajes de 140 caracteres a 280.
El compromiso de Twitter con las primeras versiones lo convirtió en un destino para las trifulcas en línea y las opiniones acaloradas. Pero la gente a menudo se ha arrepentido de su elección de palabras, o se ha dado cuenta de un error ortográfico justo después de publicar un tuit.
A medida que Twitter pasó de ser un servicio de nicho a una plataforma global, más usuarios comenzaron a exigir una forma de editar sus publicaciones. Se quejaron. Suplicaron. Se enfurecieron. Algunos cometieron errores en sus tuits pidiendo un botón de edición para corregir sus erratas.
Incluso Elon Musk, el multimillonario que ha estado enfrascado en una batalla sobre si continuar con un acuerdo de 44.000 millones de dólares para comprar Twitter, ha parecido estar a favor de un botón de edición.
Twitter no cedió.
La compañía argumentó que había algo noble en dejar los errores a la vista. Un usuario malintencionado podría modificar un tuit después de haberlo compartido ampliamente, lo que cambiaría un mensaje benigno por otro engañoso. Alguien que hubiera retuiteado una declaración podría pasar por alto la actualización, y difundir inadvertidamente un tuit con el que ya no estaba de acuerdo.
Pero más recientemente, Twitter comenzó a reconsiderar la idea de añadir un botón de edición al tratar de hacer crecer su servicio atrayendo a personas que podrían ser más cuidadosas con sus palabras.
En 2020, Twitter lanzó Fleets, una función efímera que eliminaba las publicaciones de los usuarios después de 24 horas. No tuvo éxito y fue eliminada. Esta semana, la empresa presentó Circles, una función que permite enviar mensajes a un subconjunto más pequeño de 150 seguidores.
Tal vez dejar que la gente corrija sus errores pueda reducir también su miedo escénico.
“Esperamos que, con la disponibilidad de Editar tuit, tuitear resulte más accesible y menos estresante”, anunció Twitter en un comunicado. “Deberías ser capaz de participar en la conversación de una manera que tenga sentido para ti”.
El botón de edición se concederá primero a los empleados de Twitter para que lo prueben internamente, y después a los usuarios de su servicio de suscripción, Twitter Blue. Con el tiempo, la empresa tiene previsto —aunque no ha especificado cuándo— dar a todo el mundo la opción de modificar sus tuits.
Para evitar que el botón de edición se convierta en el favorito de los difusores de desinformación, Twitter ha añadido salvaguardias. Los usuarios podrán hacer cambios únicamente durante 30 minutos después de la publicación del tuit original. Después de una edición, el tuit llevará una etiqueta para mostrar que ha sido modificado. Al hacer clic en la etiqueta, los usuarios podrán ver el historial de ediciones.
Así que las molestas erratas desaparecerán solo en parte. Pero serán menos evidentes, y quizá menos embarazosos.
Kate Conger es una reportera de tecnología en el buró de San Francisco, donde cubre la economía colaborativa y las redes sociales. @kateconger