Investigaciones más recientes han descubierto que incluso los niveles bajos de consumo de alcohol aumentan ligeramente el riesgo de hipertensión arterial y cardiopatías, y que el riesgo aumenta drásticamente para las personas que beben en exceso. La buena noticia es que cuando se deja de beber o se reduce el consumo, la presión arterial disminuye. El alcohol también está relacionado con un ritmo cardiaco anormal, conocido como fibrilación auricular, que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos e ictus.
¿Para qué tipos de cáncer aumenta el riesgo de alcohol?
Casi todo el mundo conoce la relación entre fumar cigarrillos y el cáncer, pero pocas personas se dan cuenta de que el alcohol también es un carcinógeno potente. Según una investigación de la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer, el alcohol contribuye a más de 75.000 casos de cáncer por año y casi 19.000 muertes por la misma causa.
Se sabe que el alcohol es una causa directa de siete tipos de cáncer: cabeza y cuello (cavidad oral, faringe y laringe), esófago, hígado, mama y colorrectal. La investigación sugiere que también puede haber un vínculo entre el alcohol y otros tipos de cáncer, incluidos el que afecta a la próstata y al páncreas, aunque la evidencia es menos clara.
En el caso de algunos cánceres, como el de hígado y el colorrectal, el riesgo solo comienza cuando se bebe en exceso. Pero en el caso del cáncer de mama y de esófago, el riesgo aumenta, aunque ligeramente, con cualquier consumo de alcohol. Los riesgos aumentan cuanto más bebe una persona.
“Si alguien bebe menos, corre menos riesgo que si bebe mucho”, afirma Farhad Islami, director científico sénior en la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer. “Incluso dos copas al día, una copa al día, puede asociarse a un pequeño riesgo de cáncer en comparación con los no bebedores”.
¿Qué enfermedad representa el mayor riesgo?
En Estados Unidos, la causa individual más común de muerte relacionada con el alcohol es la enfermedad hepática alcohólica, que mata a unas 22.000 personas al año. Si bien el riesgo aumenta a medida que las personas envejecen y la exposición al alcohol se acumula, más de 5000 estadounidenses de entre 20, 30 y 40 años mueren anualmente a causa de una enfermedad hepática causada por el alcohol.
La enfermedad hepática causada por el alcohol tiene tres etapas: hígado graso alcohólico, cuando la grasa se acumula en el órgano; hepatitis alcohólica, cuando comienza la inflamación, y cirrosis alcohólica o cicatrización del tejido. Las dos primeras etapas son reversibles si deja de beber por completo; la tercera etapa no lo es.