La buena noticia para los amantes de las bayas es que el tipo de moho que suelen presentar estos frutos “no producen toxinas, como algunos hongos, por lo que el riesgo es menor”, comentó Elizabeth Mitcham, profesora y directora del Centro de Tecnología Poscosecha de la Universidad de California, campus Davis, quien agregó que entre los alimentos en los que crecen estos mohos más peligrosos se encuentran los frutos secos, los cereales y las manzanas.
Como el moho en las bayas por lo general no es dañino, es poco probable que la ingesta accidental de una baya mohosa nos enferme, aunque no es recomendable comer los frutos dañados, comentó Mitcham, quien agregó que, además: “Tal vez las escupas antes de tragarlas” porque las bayas con moho “tienen un muy muy mal sabor”.
El moho es un enemigo común de los agricultores y vendedores de frutos del bosque, así que no sorprende que lo encuentres en las bayas que compraste, agregó Mitcham. Las esporas de moho son omnipresentes en el medioambiente; pueden ser transportadas por el aire o el agua y vivir en el suelo de los campos de cultivo. Las esporas suelen infectar las flores o los frutos de las bayas y luego permanecen latentes hasta que la fruta madura por completo. Mitcham explicó que, si se les da tiempo suficiente, esas esporas acaban germinando y pueden propagarse a los frutos colindantes, sobre todo en temperaturas más cálidas.
Dado que las esporas de moho viven por todas partes, es probable que estén presentes en pequeñas cantidades en la mayoría de los productos frescos que consumimos. “Tal vez consumo esporas de moho todo el tiempo y esas esporas no me enferman”, afirmó Chapman.
El moho se vuelve más peligroso cuando crece e invade el interior de los alimentos, donde algunos tipos producen toxinas. Aunque no suele ser un problema con las bayas debido a su forma, tamaño pequeño y los tipos de moho que crecen en ellas, es más preocupante con alimentos más grandes que están húmedos o tienen una textura blanda o porosa, como restos de carne o guisados, mermeladas y jaleas, quesos blandos y panes. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomienda descartar los alimentos si presentan moho en la superficie, ya que se debe asumir que están contaminados por dentro.