El iPhone 15 (técnicamente, la decimoséptima versión del icónico teléfono de Apple) ha llegado con un gran cambio que seguramente nos va a molestar a muchos de nosotros. Sin embargo, al final daremos un suspiro de alivio.
Permíteme que te lo explique. Para cumplir la reciente normativa europea, el iPhone 15, el cual fue presentado el martes, abandonará el conector Lightning que ha sido el método de carga de los iPhone durante 11 años. En su lugar, habrá otro conector de forma ovalada: el USB-C.
Para el usuario promedio de tecnología, el cambio no es divertido. Sucede que esto significa que, cuando los clientes de Apple compren sus próximos iPhone, ya no podrán enchufar todos los accesorios Lightning que han coleccionado, como cables de carga, bases de altavoces y auriculares. Tendrán que remplazarlos por nuevos productos que usen conectores USB-C para enchufarlos a los nuevos iPhone.
La transición parece un déjà vu. En 2012, Apple eliminó el conector de 30 clavijas relativamente voluminoso de los iPhone para cambiar a Lightning, una tecnología de carga más delgada y rápida, que dejó obsoletos muchos altavoces y cargadores.
Esta vez, la diferencia es que la mayoría de nosotros ya tenemos un cable USB-C. Los auriculares modernos, las consolas de videojuegos y muchas computadoras portátiles, incluidas las MacBook de Apple, adoptaron hace tiempo el USB-C como puerto de carga estándar. El iPhone fue uno de los que se resistió.
¿Por qué ocurre esto ahora? El año pasado, la Unión Europea anunció un mandato que les exige a todos los fabricantes de teléfonos inteligentes adoptar el USB-C como conector de carga común para 2024. En teoría, esto permitirá que los consumidores compren menos cables de carga, lo cual, según los reguladores, podría reducir los desperdicios para el medioambiente. Este mes, Thierry Breton, un comisionado europeo involucrado en la legislación, comentó en LinkedIn: “Un cargador común es de sentido común”.
Por lo tanto, vamos hacia una era de estandarización en la que un tipo de cargador funcionará con la mayoría de nuestros aparatos electrónicos, lo cual sería ideal. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el escenario en el que alguien lleva un cable de iPhone, pero un familiar o amigo necesita uno distinto (es probable que un USB-C) para recargar su teléfono o computadora que no son de la marca Apple. En teoría, esos días serán cosa del pasado.
No obstante, como ocurre siempre con cualquier gran cambio tecnológico, no es tan sencillo como parece. Se avecinan nuevos peligros, entre ellos la posibilidad de destruir tu teléfono con el cable USB-C equivocado, según expertos en reparación de teléfonos. Si vas a llevar tan solo un cable, es más importante que nunca que seas sensato con lo que compras.
“Los daños del cargador son algo real”, afirmó Jessa Jones, dueña de iPad Rehab, un taller de reparación de teléfonos celulares y tabletas. “Es muy común y se le debe prestar atención”.
A continuación, lo que debes saber:
No todos los cables USB-C son iguales
El primer paso es dejar de pensar que los cables de carga modernos son cables tontos.
Los cargadores de alta calidad en esencia son aparatos electrónicos con diminutas tarjetas de circuitos en su interior. En el cable Lightning oficial de Apple, hay dos chips: uno autentifica que el cable esté hecho por Apple, mientras que el otro actúa como un fusible que aísla los daños en el cargador. Por ejemplo, en el caso de una fluctuación de energía, tan solo se destruiría el cargador y no el teléfono, mencionó Jones.
El problema con los cables USB-C es que, aunque suelen tener el mismo aspecto, los más baratos y de baja calidad no ofrecen esa protección para tu dispositivo. Tal vez tengan el conector ovalado correcto, pero en su interior carecen de chips para proteger tu teléfono.
Por lo tanto, si necesitas un cable USB-C, no tomes cualquier cable barato, como los de 5 dólares que verás en el quiosco de una gasolinera. Invierte en un cable duradero de una empresa respetada. Marcas como Anker, Belkin y Amazon Basics son reconocidas por sus cables de alta calidad que cuestan entre 9 y 30 dólares, según John Bumstead, dueño de RDKL Inc., un taller de reparación que reacondiciona MacBooks. Compra los cables en tiendas de confianza o directamente con las propias marcas, y evita comprar cables usados en sitios como eBay.
Ten cuidado con lo que enchufas
A muchos cables USB-C les faltan chips que restrinjan la corriente que impulsa a tu teléfono. Por eso, si lo conectas a una fuente que cargue a un voltaje superior al que acepta tu dispositivo, podrías electrocutarlo, explicó Jones.
La lección es que hay que tener cuidado con los enchufes donde conectes tu cable. Debes negarte completamente a usar los puertos USB incorporados en los asientos de los aviones, las paredes de las habitaciones de hotel o las guanteras de los autos, pues no se sabe bien cuáles son sus amperajes de carga. Lo más seguro es tan solo conectar el cable USB-C a un cargador de alta calidad que proteja el teléfono. Wirecutter, nuestra publicación hermana, recomienda fuentes de poder USB-C de Anker, RAVPower y Spigen que hacen un buen trabajo al recargar tu teléfono rápido y sin dañarlo.
Siempre queda la conexión inalámbrica
Para los dueños de un iPhone que no tengan planeado actualizarse de inmediato, pero necesiten nuevos cargadores, la alternativa más rentable a comprar otro cable Lightning es la carga inalámbrica. El mandato de la UE tan solo recae en los cables que se conectan directamente en los dispositivos, no en los dispositivos de carga inalámbrica que recargan el teléfono por medio de inducción magnética, como el MagSafe de Apple que tiene forma de disco de hockey y se magnetiza a la parte posterior del teléfono, o las almohadillas y soportes de carga inalámbrica de marcas como Mophie, Anker y Belkin. Estas son buenas compras para el futuro inmediato.
En conclusión
Siempre y cuando tengas un cable resistente y una buena fuente de poder, lo más probable es que estarás contento con esta transición. El estándar de carga USB-C es más rápido que Lightning para transferir datos e incluso puede haber algunas ventajas, como la posibilidad de conectar el teléfono directamente a una pantalla externa para ver fotos.
Y, aún es más importante, cuando viajes o te desplaces hacia y desde el trabajo, ya no tendrás que llevar una maraña de cables en el bolso y, si dejas el cable en casa, lo más probable es que estés cerca de alguien que lleve el mismo.
Brian X. Chen es el columnista principal sobre tecnología de consumo del Times. Reseña productos y escribe Tech Fix, una columna sobre las implicaciones sociales de la tecnología que utilizamos. Antes de unirse al Times en 2011, reporteó sobre Apple y la industria inalámbrica para Wired. Más de Brian X. Chen