NY Report News
Image default
BlatterInternational Federation of Association Football (FIFA)International RelationsMichelPlatiniQatarSeppSoccerTamim bin Hamad al-ThaniWorld Cup 2022 (Soccer)

Catar 2022: la Copa del Mundo que cambió todo

Durante gran parte del siglo XX, Catar fue un páramo árido del golfo Pérsico, más conocido por el buceo para recoger perlas que por la política de poder. Sus habitantes eran pobres y estaban muy por detrás de sus vecinos sauditas.

Entonces, Catar encontró gas.

El descubrimiento en 1971 del mayor yacimiento de gas del mundo condujo a la primera transformación de Catar: lo convirtió en uno de los países más ricos del mundo, y envalentonó a sus dirigentes para ver a su nación no solamente como un apéndice de sus vecinos más ricos, sino como un verdadero rival geopolítico. La búsqueda de la sede de la Copa del Mundo, por tanto, era solo un paso más: la oportunidad de anunciarse, de contar su historia, en un escenario verdaderamente global.

Catar se ha defendido durante años de las críticas a sus esfuerzos por ganar la sede de la Copa del Mundo, calificándolas de celos o algo peor: racismo occidental. Sin embargo, contar con el dinero y la ambición para ser anfitrión del torneo era una cosa; ganar el derecho de hacerlo era una muy diferente. Y en 2010, ese era el problema más grande de Catar.

Alrededor de una semana antes de que los 24 miembros del entonces llamado Comité Ejecutivo de la FIFA (entre ellos Sepp Blatter, el presidente en ese momento, y Platini) tuvieran que decidir cuál de las cinco candidaturas ganaría el derecho a organizar la Copa del Mundo de 2022, Harold Mayne-Nicholls aterrizó en Zúrich.

Mayne-Nicholls, un chileno carismático y obsesionado con el fútbol, tenía un poder considerable, al menos en teoría. Había encabezado el equipo de inspección enviado por la FIFA para examinar cada una de las candidaturas, y su equipo elaboraba informes de evaluación con el potencial de cambiar votos.

Su veredicto sobre Catar, producto de una visita de tres días a Doha en septiembre de 2009, estaba lejos de ser un respaldo rotundo. Aunque el país había reducido algunos de sus planes iniciales, que incluían la construcción de una isla artificial lo suficientemente grande como para ser vista desde el espacio, los inspectores seguían albergando dudas que parecían insuperables.

Número uno: Catar era un país demasiado pequeño. Mayne-Nicholls explicó que era “un problema enorme para la organización”. Y número dos: en el verano del hemisferio norte, la época en que tradicionalmente se juega la Copa del Mundo, hacía demasiado calor.

Enlace a la fuente

Notas relacionadas

El plan secreto de Israel que apuntaló a Hamás

NY Report News

¿Podrá el divisivo equipo de Brasil unir a un país fracturado?

NY Report News

¿Quién es Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador detenido en la embajada de México?

NY Report News