Murdaugh ha sido acusado de decenas de delitos financieros
El día de los asesinatos, el director financiero del bufete de abogados de Murdaugh se enfrentó a él y lo acusó de haberse embolsado unos 800.000 dólares en honorarios legales que se suponía había ingresado en la cuenta del bufete.
Desde entonces, los fiscales han acusado a Murdaugh de robar unos 8,8 millones de dólares en total. Confesó bajo juramento muchos de esos delitos, incluido el desfalco de unos 3,7 millones de dólares en 2019. Ese fue el mismo año en que su hijo Paul fue acusado de chocar ebrio un bote contra un puente, matando a uno de sus pasajeros, Mallory Beach, de 19 años.
Murdaugh ha mantenido que creía que su hijo fue asesinado por un asaltante o asaltantes desconocidos debido a su implicación en ese choque.
La acusación se apoyó en las mentiras de Murdaugh para persuadir al jurado de que no confiara en él
Además de una serie de delitos financieros, Murdaugh testificó que tenía una larga adicción a los analgésicos y una inclinación a mentir. La acusación aprovechó esa confesión —de lo fácil y rápido que había mentido a la policía, a su familia y a sus amigos— para persuadir al jurado de que mentía al afirmar que no había matado a su mujer y a su hijo.
En un momento dado, el fiscal principal, Creighton Waters, sostuvo una pila de papeles relacionados con clientes a los que Murdaugh había robado.
“En cada uno de ellos, usted tuvo que sentarse y mirar a alguien a los ojos y convencerlo de que estaba de su parte, cuando no lo estaba, ¿correcto?”, preguntó a Murdaugh, mientras miraba directamente al jurado.
“Lo que admito es que los engañé, que hice mal y que les robé su dinero”, respondió Murdaugh.
A su vez, los abogados de Murdaugh describieron el reconocimiento de sus mentiras como una voluntad de confesar, diciendo que reconocía sus defectos, pero que nunca había sido violento y nunca habría llevado a cabo los asesinatos.