En abril, el compromiso de Murdoch con Ann Lesley Smith fue anulado al cabo de dos semanas. Habría sido el quinto matrimonio de Murdoch.
Al parecer, la sucesión dinástica sigue siendo una idea viable en el mundo corporativo estadounidense. El posible sucesor de Murdoch, su hijo Lachlan, defendió a Fox y el acuerdo con Dominion cuando se dirigió a los inversores el 9 de mayo. “El acuerdo no cambia en absoluto el compromiso de la Fox con los más altos estándares periodísticos en toda nuestra compañía ni nuestra pasión por informar sin complejos de las noticias del día”, dijo. Ese tipo de declaraciones no inspiran exactamente confianza en que Fox News tenga planes de esforzarse más por atenerse a los hechos en sus informaciones. “Están reafirmándose”, dijo Minow. Y da miedo, francamente, sobre todo si se tiene en cuenta el número de telespectadores de la Fox y su influencia.
El drama que estamos viendo desarrollarse en Fox Corporation es un ejemplo extremo de cómo pueden sufrir las empresas con un accionista de control —la acción ha bajado casi el 18 por ciento en los últimos cinco años—, pero no es el único. En un menor grado, también veo problemas en compañías como Comcast (controlada por la familia Roberts) y Paramount Global (controlada por Shari Redstone), entre otras. Cuando hay acciones de doble clase de por medio, el poder de voto de una familia suele ser superior a su propiedad económica, lo que conduce a comportamientos insensatos, e incluso extraños, desde el punto de vista financiero.
Existe una razón por la que hace un siglo se incorporó el concepto de gestión profesional a las empresas estadounidenses. Un gestor profesional crea una sensación de distancia entre los accionistas y la dirección, el cual rinde cuentas a una junta directiva, elegida para representar a los accionistas. A los gestores profesionales se les paga para analizar los problemas de forma objetiva y tener en cuenta lo que teóricamente será más conveniente para todos los grupos de interés, incluidos los accionistas, acreedores, proveedores y empleados. Puede que no sea un sistema perfecto, pero este paso a dos entre el gestor profesional y la junta directiva ha demostrado ser una forma perdurable de crear riqueza duradera.
Compárese a Murdoch con, por ejemplo, Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos. O con Joaquín Duato, presidente y director ejecutivo de Johnson & Johnson, el gigante de los productos de cuidado personal en la que ya no hay ningún Johnson entre los altos cargos. JPMorgan Chase está ahora dirigido de forma profesional, desapasionada y competente por Dimon. Es poderoso, sí, pero no todopoderoso. La junta directiva de JPMorgan Chase puede despedirlo en cualquier momento y por cualquier motivo. Lo mismo ocurre con Duato. ¿Hay alguien en Fox o en News Corporation que le exija a Murdoch la misma rendición de cuentas? ¿Puede hacerlo alguien?
Una forma de frenar a Murdoch puede ser a través de Smartmatic. Si sale victoriosa en su demanda, podría insistir, como parte de cualquier acuerdo, en que haya cambios en la gobernanza de Fox, o incluso que el proceso para nombrar al sucesor del director ejecutivo incluya a candidatos ajenos a la familia Murdoch. Smartmatic e incluso la reciente demanda interpuesta por un accionista contra Fox podrían acabar presionando a esta última, e indirectamente a News Corporation, para que prescinda de sus estructuras de acciones de doble clase.
Rupert Murdoch ha tenido durante demasiado tiempo el poder absoluto tanto en Fox como en News Corporation. Eso es peligroso en cualquier circunstancia, pero es especialmente preocupante al tratarse de un medio nacional como es Fox, donde la desinformación y las mentiras son, al parecer, moneda corriente. Y no parece que eso vaya a cambiar mucho si los Murdoch mantienen su poder y su control absolutos. Eso, por sí solo, pone en más peligro todavía la hoy frágil democracia estadounidense.
William D. Cohan (@WilliamCohan) es socio fundador de Puck y escritor, cuyo título más reciente es Power Failure: The Rise and Fall of an American Icon.