NY Report News
Image default
Sin categoría

Armas fantasma: qué son y por qué están en discusión

La Corte Suprema de Estados Unidos ha revivido, al menos por ahora, la regulación de las “armas fantasma” que el gobierno de Joe Biden había implementado, con lo que los kits de ensamblaje para crear armas de fuego caseras han cobrado atención y se ha abierto un nuevo frente de batalla por el control de armas.

Los funcionarios del gobierno afirman que la popularidad de las armas ha aumentado en los últimos años, en particular entre los delincuentes que tienen prohibido comprar armas ordinarias. La regulación, emitida en 2022 por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés), amplió la interpretación del ente sobre la definición de “arma de fuego” en la Ley de Control de Armas de 1968.

No prohibió la venta o posesión de piezas que se pueden ensamblar para fabricar armas caseras, pero sí exigió a los fabricantes y vendedores obtener licencias, marcar sus productos con números de serie y realizar verificaciones de antecedentes.

La regulación fue una pieza central de la iniciativa más general del presidente Biden para abordar la proliferación de armas ilegales. Biden declaró el año pasado que la medida “ayudará a salvar vidas, reducirá el crimen y sacará a más criminales de las calles”.

Pero la iniciativa federal para regular las armas fantasma se ha visto afectada por una aplicación desigual, lagunas legales importantes y constantes impugnaciones judiciales. Un juez de un tribunal de primera instancia había anulado la regulación, pero la Corte Suprema declaró que podía permanecer vigente mientras avanza una impugnación.

A continuación, lo que debes saber sobre estas armas.

Las armas de fuego tradicionales son fabricadas por compañías autorizadas y, luego, compradas por comerciantes de armas autorizados. Todas las armas fabricadas en Estados Unidos, así como las importadas, están obligadas legalmente a tener números de serie que por lo general se muestran en la parte posterior del armazón.

Por otro lado, un arma fantasma se vende en partes y se puede ensamblar en la casa de un comprador sin licencia para portar armas. Antes de que se implementaran las regulaciones federales en el gobierno de Biden, no había necesidad de pasar por una verificación de antecedentes para obtener los componentes de un arma fantasma. Se venden en línea como kits de “hágalo usted mismo” y por lo general se envían como “armazón al 80 por ciento”. Eso significa que el arma está completa en un 80 por ciento y los compradores tienen que ensamblar el 20 por ciento restante.

El atractivo de venta clave para muchos compradores era que no se requería que las armas fantasma tuvieran números de serie, un dato clave que las fuerzas de seguridad y aplicación de la ley utilizan para rastrear el arma desde el fabricante hasta el vendedor de armas y el comprador original.

Es fácil y relativamente económico.

Según un informe de Everytown for Gun Safety, una organización de prevención de la violencia armada, un kit de ensamblaje de un AR-15 cuesta tan solo 345 dólares.

Los discursos para promover su venta suelen prometer poco trabajo para el comprador. Un proveedor en línea aseguró que “el tiempo de ensamblaje no toma muchos minutos” y agregó: “En menos de una o dos horas, deberías estar estrenándola en el campo de tiro”.

Los kits usualmente vienen con instrucciones sobre cómo terminar de ensamblar el arma o enlaces a tutoriales de YouTube. Por lo general, la única herramienta que se necesita es un taladro y los kits a menudo se venden con las brocas requeridas.

Muchas armas fantasma se venden también con una “plantilla”, que se ajusta alrededor del armazón o el receptor para facilitar el montaje. Un sitio web dice que la plantilla se puede utilizar para completar un arma “en menos de 15 minutos con excelentes resultados”.

Según Everytown for Gun Safety, los cinco videos de instrucciones más vistos en YouTube para construir una pistola fantasma han recibido más de tres millones de visitas.

Las armas fantasma no son nuevas, pero son un problema cada vez mayor. Aunque los kits para ensamblar armas se han vendido desde la década de 1990, ese mercado en realidad no despegó sino hasta alrededor de 2009. Fue entonces cuando los vendedores de armas de fuego en California comenzaron a ofrecer armazones sin terminar para las series de armas AR-15 y AK-47, en un intento de eludir las leyes de armas de asalto del estado, según T. Christian Heyne, vicepresidente de políticas de Brady, una organización de prevención de la violencia armada.

El problema de las armas fantasma no se hizo muy conocido hasta 2013, cuando una de ellas fue vinculada con una masacre perpetrada por un atacante que asesinó a cinco personas en las cercanías de Santa Monica College en California.

Las ventas de armas fantasma comenzaron a aumentar de forma sustancial alrededor de 2016, cuando las personas comenzaron a comprar kits para recrear un arma de fuego basada en la pistola semiautomática Glock de 9 milímetros.

No hay manera de saber cuántas armas fantasma estaban en circulación antes de la normativa del año pasado, debido a la falta de requisitos para los números de serie o una verificación de antecedentes.

Pero los datos muestran que la prevalencia de estas armas parece aumentar cada año, especialmente en los estados costeros de tendencia demócrata con leyes estrictas sobre armas de fuego, como California. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en el estado dijeron que las armas fantasma representaron entre el 25 y el 50 por ciento de las armas de fuego recuperadas en las escenas del crimen en un periodo de 18 meses entre 2020 y 2021, y la gran mayoría de los sospechosos que fueron detenidos con ellas tenían prohibido legalmente tener armas.

En 2021, el Departamento de Justicia informó que las agencias policiales habían recuperado 19.300 armas caseras, aproximadamente cinco veces más que las confiscadas o encontradas en escenas de crímenes en 2018.

Los defensores de leyes de armas más estrictas han estado presionando para que se tomen medidas sobre las armas fantasma para abordar el problema antes de que alcance proporciones epidémicas. Los opositores han cuestionado los datos que muestran su crecimiento.

Algunos otros tiroteos masivos se han vinculado con armas fantasma, como un incidente de 2019 en una secundiaria en California, donde un joven de 16 años mató a dos estudiantes. Un arma fantasma también se vinculó a una matanza de 2017 en el que un hombre asesinó a su esposa y a otras cuatro personas en el norte de California.

Sin embargo, los analistas afirmaron que las armas fantasma no estaban relacionadas de manera desproporcionada con los tiroteos masivos. El problema más importante, según organizaciones de seguridad de armas, es que tienen un efecto enorme en la violencia armada cotidiana en las comunidades de color en todo Estados Unidos.

Hay límites significativos a lo que Biden puede hacer a través de una orden ejecutiva para regular las armas fantasma.

Funcionarios y grupos de control de armas han dicho anteriormente que la regulación había hecho poco para detener la venta de piezas clave utilizadas para fabricar armas fantasma, en parte porque la norma fue creada a través de una orden ejecutiva, en lugar de un estatuto validado por el Congreso.

Desde entonces, el gobierno de Biden ha tomado medidas para cerrar una brecha importante de la norma, al ordenar a los vendedores que etiqueten algunas armas parcialmente acabadas con números de serie y exigiendo que los compradores de estas piezas se sometan a un control de antecedentes penales.

Los demócratas han presionado a la ATF para que aplique la norma de manera más agresiva, pero los funcionarios han advertido de que ir demasiado lejos podría poner en peligro la normativa por completo al abrirla a más impugnaciones judiciales. El poderoso lobby de las armas se ha opuesto firmemente a ella, y varios grupos legales conservadores ya la han impugnado, argumentando que viola las leyes existentes sobre armas de fuego y las protecciones de la Segunda Enmienda.

Adam Liptak colaboró con la reportería.

Annie Karni es corresponsal de la Casa Blanca. Anteriormente cubrió la Casa Blanca y la campaña presidencial de 2016 de Hillary Clinton para Politico, y cubrió noticias locales y política en Nueva York para el New York Post y el New York Daily News. @AnnieKarni

Chris Cameron trabaja en el buró de Washington.


Enlace a la fuente

Notas relacionadas

Tras su derrota, Bolsonaro podría enfrentar cargos

NY Report News

Por qué parece que ya no sabemos nada de la economía global

NY Report News

¿Los chatbots mienten? Tú podrías ser la causa

NY Report News