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Cómo China ha aumentado su influencia sobre los iPhone

Este otoño, Apple fabricará por primera vez algunos de sus famosos iPhone fuera de China, un pequeño pero significativo cambio para una compañía que ha creado una de las cadenas de suministro más sofisticadas del mundo con la colaboración de las autoridades chinas. Sin embargo, el desarrollo del iPhone 14, que se presentó el miércoles, muestra lo complicado que será para Apple poder desvincularse de China.

Ahora más que nunca, los empleados y proveedores chinos de Apple aportaron trabajo complejo y componentes sofisticados durante el décimo quinto año de producción de su dispositivo más conocido, incluyendo aspectos del diseño industrial, altavoces y baterías, según cuatro personas y analistas familiarizados con las nuevas operaciones. Es por eso que el iPhone ha pasado de ser un producto diseñado en California y fabricado en China a uno que es una creación de ambos países.

El trabajo crítico que proporciona China refleja los avances del país durante la última década y un nuevo nivel de involucramiento de los ingenieros chinos en el desarrollo de los iPhone. Después de que el país atrajo a compañías a sus fábricas con legiones de trabajadores de bajo costo y una capacidad de producción incomparable, sus ingenieros y proveedores han ascendido en la cadena de suministro para reclamar una mayor porción del dinero que las compañías estadounidenses gastan para crear aparatos de alta tecnología.

Las responsabilidades mayores que China asumió en relación al iPhone podrían representar un reto para los esfuerzos de Apple de disminuir su dependencia del país asiático, una meta que se ha convertido en una urgencia importante por las tensiones geopolíticas crecientes sobre Taiwán y las preocupaciones latentes en Washington sobre el ascenso de China como un competidor tecnológico.

Las compañías chinas que operan en la India aún desempeñarán un papel clave en el plan de Apple de fabricar algunos iPhone en ese país. En Chennai, India, el proveedor taiwanés Foxconn, que ya manufactura iPhone en fábricas por todo el territorio chino, liderará el ensamblaje del dispositivo por trabajadores indios con apoyo de proveedores chinos cercanos, los cuales incluyen a Lingyi iTech, que tiene subsidiarias que suministran cargadores y otros componentes para los iPhone, según declararon dos personas familiarizadas con los planes. BYD de China también está poniendo en marcha operaciones para cortar vidrio que será usado en las pantallas, relataron las mismas personas.

Gene Munster, socio directivo de Loup Ventures, una firma de investigación tecnológica, comentó: “Quieren diversificar, pero es un proceso difícil. Dependen demasiado de China”.

Apple declinó hacer comentarios. Foxconn, BYD y Lingyi iTech no respondieron a las solicitudes de declaraciones.

Las interrupciones relacionadas con la COVID-19 han exacerbado la difícil situación de Apple. Cuando China cerró sus fronteras en 2020, Apple se vio forzada a renovar sus operaciones y abandonar sus prácticas de enviar por avión a China a grandes cantidades de ingenieros radicados en California para diseñar el proceso de ensamblaje de los iPhone más populares.

En lugar de someter al personal a cuarentenas prolongadas, Apple comenzó a empoderar y contratar a más ingenieros chinos en Shenzhen y Shanghái para liderar elementos de diseño críticos para su producto de mayor venta, según cuatro personas familiarizadas con las operaciones.

Los equipos de diseño de producto y manufactura de la compañía empezaron a sostener videollamadas a altas horas de la noche con sus contrapartes en Asia. Después de que los viajes se reanudaron, Apple intentó alentar a su personal a regresar a China al ofrecer viáticos de 1000 dólares al día durante las dos semanas de cuarentena y cuatro semanas de trabajo, según las mismas personas. Aunque el pago podía alcanzar hasta los 50.000 dólares, muchos ingenieros se mostraron reacios a ir debido a la incertidumbre sobre cuánto tiempo tendrían que estar en cuarentena.

Ante la ausencia de los viajes, la compañía había alentado al personal en Asia a liderar reuniones que antes dirigían sus colegas en California, afirmaron las personas. El personal también asumió la responsabilidad de la selección de algunos proveedores asiáticos de futuros componentes del iPhone.

La compañía ahora recurre cada vez más a China para que le proporcione trabajadores con salarios altos para hacer estos trabajos, aseguraron las personas consultadas. Este año, Apple ha ofrecido un 50 por ciento más de puestos de empleo en China de lo que hizo en todo 2020, según GlobalData, que rastrea las tendencias de contrataciones en la industria tecnológica. Muchas de esas nuevas contrataciones son ciudadanos chinos educados en Occidente, aseveran las mismas personas.

El cambio en la manera en la que Apple trabaja ha coincidido con un incremento en el número de proveedores chinos que usa. Hace poco más de una década, China contribuía poco a la producción de un iPhone. Proporcionaba sobre todo a los trabajadores de bajos salarios que ensamblaban el dispositivo con componentes enviados desde Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. El trabajo representaba alrededor de 6 dólares (o el 3,6 por ciento) del valor del iPhone, según un estudio realizado por Yuqing Xing, un profesor de Economía en el Instituto Nacional de Graduados de Estudios de Políticas en Tokio.

Poco a poco, China cultivó proveedores nacionales que comenzaron a desplazar a los proveedores de Apple de todo el mundo. Las compañías chinas empezaron a fabricar altavoces, a cortar vidrio, a proporcionar baterías y a manufacturar módulos de cámaras. Sus proveedores ahora representan más del 25 por ciento del valor de un iPhone, según Xing.

Dan Wang, un analista de Gavekal Dragonomics, una firma independiente de investigación económica, indicó que el terreno ganado ilustra cómo China ha expandido su dominio en la cadena de suministro de los teléfonos inteligentes. “Esa tendencia no se está desacelerando”, afirmó.

Durante la mayor parte de la pandemia, China ha recompensado la confianza de Apple en el país. Su producción constante, incluso cuando otros países cerraron durante varios periodos en 2020 y 2021, ayudó a que Apple aumentara su participación en el mercado de teléfonos inteligentes y a vender la mayor cantidad de iPhone, según los analistas, un logro notable para un dispositivo electrónico con décadas de antigüedad que ha pasado de lograr innovaciones revolucionarias a solo ofrecer mejores características.

Las nuevas versiones de iPhone de este año eliminan el notch por una tecnología más pequeña para su función de Face ID. Además presentaron los teléfonos una semana antes de lo habitual, lo que podría impulsar los ingresos en el trimestre actual al agregar una semana de ventas. También aumentó el precio de sus modelos iPhone 14 Pro en unos 100 dólares para compensar los costos más altos de algunos componentes.

Apple espera que el iPhone 14 se base en el éxito de los últimos años. Mientras que otros fabricantes de teléfonos inteligentes están recortando la producción a medida que la economía mundial se tambalea, Apple ha pedido a sus proveedores que fabriquen más teléfonos que hace un año, según Susquehanna International Group, una firma financiera.

Incrementar la fabricación es un testimonio de la resiliencia de los clientes adinerados de Apple, cuyos ingresos les permiten comprar teléfonos inteligentes de alto precio a pesar del aumento de la inflación y la recesión económica.

“Hay una gran brecha de riqueza en el gasto de los consumidores en la industria de los teléfonos inteligentes”, dijo Wayne Lam, analista de tecnología de CCS Insight. “Apple se siente segura en relación con la competencia”.

Cuando los medios de comunicación y los empleados se reunieron el miércoles en la sede de la compañía en Cupertino, California, para el lanzamiento del producto, Apple enfatizó las capacidades del teléfono, no cómo está hecho. Los únicos signos de cambios en ese proceso serán visibles en los vuelos que van y vienen del cercano Aeropuerto Internacional de San Francisco.

Apple alguna vez gastó 150 millones de dólares al año en vuelos con United Airlines, según un cartel promocional de United. Los exempleados recuerdan que antes de la pandemia abordaban vuelos a Shanghái y Hong Kong en los que los asientos de clase ejecutiva se llenaban con personas que trabajaban en Apple.

Ahora, United ya no ofrece vuelos directos desde San Francisco a Hong Kong. Vuela directo a Shanghái cuatro días a la semana.

Tripp Mickle cubre temas de tecnología de San Francisco, lo que incluye a Apple y otras empresas. Antes trabajó ocho años en The Wall Street Journal informando sobre Apple, Google, y la fabricación de bourbon y cerveza. @trippmickle


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