En quinto lugar, enfócate más en los nietos. Millones de votantes de Trump son personas mayores, muy mayores. Adoran a sus nietos, así que habla concretamente de ellos, y sus abuelos también te escucharán: “Confundimos la altisonancia con el liderazgo, la condena con el compromiso. Los valores que enseñamos a nuestros hijos deberían ser los que veamos en nuestro presidente”.
La inminente votación sobre el techo de deuda es el gancho perfecto. El aumento del déficit anual con Trump es el tercero mayor, en relación con el tamaño de la economía, de cualquier gestión presidencial estadounidense. Mucho antes de la COVID-19, la Casa Blanca de Trump les dijo a los congresistas republicanos que gastaran más, y ese gasto contribuyó a la actual crisis de deuda. Trump dirá que actuó con responsabilidad fiscal, pero los números no mienten. “No podemos permitirnos estos déficits. No podemos permitirnos esta deuda. No podemos permitirnos a Donald Trump”.
En sexto lugar, hay un rasgo de la personalidad sobre el que coinciden casi todos: la aversión a la imagen pía que se da en público mientras en privado se hace gala de la falta de honradez. En una palabra: la hipocresía. Hasta ahora, eso no les ha funcionado a los adversarios de Trump, pero eso es porque los ejemplos no tenían ninguna relevancia personal para sus votantes. Durante su campaña de 2016, Trump criticó a Barack Obama varias veces por sus ocasionales rondas de golf, y prometió no viajar a costa de los contribuyentes. ¿Cuál fue el historial de Trump? Cerca de 300 rondas de golf en sus propios campos en solo cuatro años, que costaron a los esforzados contribuyentes unos 150 millones de dólares en seguridad adicional. Esto quizá parezca una nimiedad, pero si se lleva al escenario del debate, puede ser letal. “Mientras más de la mitad de Estados Unidos gana lo justo para vivir al día, él estaba practicando su juego corto. Y ustedes lo pagaron”.
En séptimo lugar, no saldrás elegido solo con los votos de los republicanos. El candidato exitoso deberá atraer también a los independientes. En 2016, Trump prometió a sus votantes que se cansarían de ganar. Pero alejó a los independientes hasta el punto de que abandonaron a los republicanos y se unieron a los demócratas, dándole a Estados Unidos a Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes en 2018, a Biden como presidente en 2020 y a Charles Schumer como líder de la mayoría en el Senado también en 2020. Un solo escaño en el Senado en 2020 habría paralizado por completo la agenda demócrata. La mayoría de los candidatos avalados por Trump en las reñidas elecciones de mitad de mandato de 2022 perdieron, algo que pocas personas (incluido yo) se esperaban. Si Trump es el candidato en 2024, ¿están seguros los republicanos de que se ganará esta vez a los independientes? Seguramente el expresidente perderá si los republicanos creen que un voto por Trump en las primarias significa que Biden ganará en las generales.
Y, en octavo lugar, tienes que penetrar en la caja de resonancia conservadora. Necesitas al menos a una de estas personas de tu parte: Mark Levin, Dennis Prager, Ben Shapiro, Newt Gingrich y, por supuesto, Tucker Carlson, Sean Hannity y Laura Ingraham. Gracias a la demanda de Dominion, todos sabemos qué dicen los presentadores de Fox News en privado. El reto es conseguir que sean igual de sinceros en público. Eso requiere un candidato tan duro como Trump, pero más comprometido públicamente con la ideología conservadora tradicional, como acabar con el despilfarro de Washington y la capacidad de sacar el trabajo adelante. “Algunas personas quieren hacer una declaración. Yo quiero hacer un cambio”.