Pocas cosas en la vida me satisfacen tanto como cancelar los planes sociales.
Como periodista que se dedica con frecuencia al tema de la amistad, conozco bien los beneficios de las relaciones platónicas. Sé, por ejemplo, que los estudios demuestran que las personas con fuertes lazos sociales viven más y están mejor protegidas contra el estrés. Y estoy familiarizada con las pruebas que demuestran que un círculo social verdaderamente sólido abarca diferentes tipos de amistad, incluidos los amigos del trabajo (que pueden ayudar a que te sientas más comprometido y productivo a lo largo del día) y los “lazos débiles” (conocidos ocasionales que pueden ayudarte a aprender cosas nuevas y mejorar tu sensación diaria de bienestar).
Pero yo soy como soy: una introvertida que disfruta del tiempo a solas. Admito que rara vez me siento motivada para hacer nuevos amigos, o incluso para ver al pequeño pero apreciado grupo que ya tengo. Para mí, la tensión entre anhelar la camaradería, la conexión y todos los maravillosos beneficios de la amistad, y querer que me dejen en paz es real. Y los consejos que se dan tan a menudo sobre cómo hacer amigos en la edad adulta (incluyendo los de mis propios artículos) muchas veces me hacen estremecer: ¿exponerme? No, gracias.
“Todas las personas tienen una necesidad fundamental de conexión”, comentó Kasley Killam, científica social, además de fundadora y directora ejecutiva de Social Health Labs, una organización sin fines de lucro que trabaja para crear soluciones contra el aislamiento y la soledad. “No es que los introvertidos no necesiten relaciones significativas. Pero lo que varía es cuánto y qué tipo de conexión”.
Pregunté a expertos que estudian la introversión —todos los cuales se identifican como introvertidos— sobre lo que queremos y necesitamos de nuestros vínculos platónicos, y cómo podemos hacer nuevos amigos sin contorsionar nuestra personalidad ni agotarnos por el esfuerzo.
¿Qué es la introversión y cómo moldea las amistades?
Los expertos no se ponen de acuerdo en una definición fija de introversión. Laurie Helgoe, profesora clínica asociada de la Universidad Augsburg de Mineápolis y autora de El poder de la introversión: tu vida interna es tu fuerza oculta, me la describió como una orientación hacia dentro o interna.
“Estoy pensando en el centro de control o laboratorio de una persona, el lugar donde resuelve las cosas”, me dijo Helgoe. “Por ejemplo, si me preguntas cómo me está yendo, haré una pausa e iré a mi laboratorio interior, analizaré mi día y formularé mi respuesta. Mi marido, el extrovertido, dirá lo primero que le venga a la cabeza para mantener la conversación, porque su laboratorio está fuera, en la interacción”. (Las investigaciones sugieren que la población se divide casi a partes iguales entre introvertidos y extrovertidos, señala).
Otros tienden a definir la introversión más en términos de cómo se responde al estímulo social. “La característica clave de la introversión es que la energía social tiende a abrumarte más rápidamente, y necesitas más tiempo para restablecerte”, explicó Marisa Franco, autora de Platonic: How the Science of Attachment Can Help You Make — and Keep — Friends.
Aunque los términos “introvertido”, “tímido” e incluso “ansiedad social” suelen utilizarse de manera indistinta, no son lo mismo. La Asociación Estadounidense de Psicología define la timidez como la tendencia a sentirse incómodo o tenso durante las interacciones sociales. El trastorno de ansiedad social, por su parte, es un trastorno de salud mental caracterizado por un miedo intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás, el cual se interpone en la vida cotidiana.
“Se confunde a los introvertidos con ser antisociales”, afirmó Susan Cain, autora de El poder de los introvertidos en un mundo incapaz de callarse. “En realidad son sociales de una manera distinta”.
Cain dijo que eso significa que, en general, los introvertidos “prefieren invertir su energía social en la intimidad, mientras que a los extrovertidos les atrae más ir al típico cóctel lleno de gente nueva por conocer”.
Killam añade que “los introvertidos tienden a hacer amigos de forma más gradual, mientras que los extrovertidos son más propensos a tener experiencias de ‘amigos a primera vista’”.
Sin embargo, cree que, aunque los introvertidos tienden a preferir pequeños grupos de amigos íntimos, también es saludable para ellos relacionarse con conocidos o mantener conversaciones amistosas con desconocidos.
“Todas las personas se benefician de esas interacciones casuales”, afirma Killam. “A muchos introvertidos que conozco, yo incluida, nos encanta pasar tiempo en cafeterías trabajando con nuestras computadoras portátiles o leyendo un libro, porque es una forma de estar rodeados de gente y tener esa sensación de sentirnos conectados a la comunidad”.
Y añade: “En general, es beneficioso para todos charlar con el mesero y saludar a tu vecino y cosas así”.
Enfoques de la amistad que aprueban los introvertidos
Aunque el discurso público sobre la introversión se ha intensificado en la última década (ahora existe un Día Mundial del Introvertido no oficial), gran parte de la orientación sobre cómo hacer y mantener amistades aún se siente pensada como para los extrovertidos y su entusiasmo por la interacción social.
Cuando le comenté a Cain que el consejo de exponerme me hacía retroceder, me dijo que ella sentía lo mismo.
Afortunadamente, Cain y los demás expertos me aseguraron que una persona introvertida no tiene que convertirse en una mariposa social para tener amistades prósperas y sanas. Estas estrategias pueden ayudar.
Toma la iniciativa
A los introvertidos no les suele gustar los encuentros espontáneos ni hacer planes sociales sobre la marcha, aseguró Helgoe.
Por eso, dar el primer paso es una táctica útil, afirma Franco. Mucha gente cree que los extrovertidos son más propensos por naturaleza a iniciar planes, pero se trata de una habilidad aprendida, no de un rasgo inherente a la personalidad.
“La iniciación significa que tienes el poder de elegir una actividad que se ajuste a tu forma de socializar”, afirmó Franco. “Si logras ser quien inicie las interacciones, aunque seas introvertido, podrás elegir la actividad que te resulte más reparadora”.
Si los planes al final se cancelan, ¡perfecto! Consigues un tiempo a solas inesperado, dijo Helgoe, que se alegra de los planes cancelados.
“Mi mejor amiga y yo bromeamos diciendo que somos muy comprensivas la una con la otra al respecto”, dijo riendo.
Encuentra gente y lugares que te sean cómodos
Los introvertidos prefieren permanecer en su zona de confort, comentó Helgoe, y también les gusta pasar tiempo con “gente cómoda”, es decir, con amigos que no se sientan obligados a hablar todo el tiempo que estén juntos (o que esperen que ellos lo hagan). Las reuniones que giran en torno a una actividad pueden resultar más agradables que los actos sociales en los que solo se habla, agregó.
Una forma sencilla de saber si una persona te resulta “cómoda” es prestar atención a cómo te sientes después de pasar tiempo con ella.
“Los introvertidos pueden encontrar a un amigo realmente energizante”, señaló Killam. “Así que podrían pasar horas y horas con una persona determinada y no sentirse agotados en absoluto, a pesar de que, en general, pasar tiempo con otras personas les resulta agotador”.
Buscar personas cómodas en lugares cómodos es aplicable incluso si se está buscando nuevos amigos. En lugar de “regañar a los introvertidos para que abandonen sus zonas de confort, como si eso fuera un fin en sí mismo”, dijo Helgoe, es mucho más útil decirles que busquen amigos que se ajusten a sus ritmos e intereses actuales.
“¿Qué haces de forma natural y sencilla?” ella dijo. “¿Qué te emociona? ¿Cuidar de tus mascotas? ¿Correr o explorar la naturaleza? ¿Escribir? ¿Leer? ¿La pintura o fotografía? ¿Cocinar? Cualquier actividad, incluso las mayoritariamente solitarias, cuentan con espacios comunes”.
Al hacer amigos, aprovecha tus habilidades naturales de “iniciador”
Las investigaciones sociales han descrito un grupo de personas llamadas “iniciadores”, dijo Franco, “que tienden a ser buenos en conseguir que la gente se abra”.
Los introvertidos suelen entrar en esa categoría: saben escuchar, hacen preguntas y prefieren desarrollar fuertes vínculos con un pequeño grupo de amigos. Las investigaciones demuestran que los introvertidos tienden a experimentar un impulso mayor que los extrovertidos en los sentimientos de conexión social cuando participan en conversaciones íntimas.
“Mantener una conversación profunda y significativa puede significar mucho más para un introvertido”, afirmó Killam. “A mí me sucede. Me encantan las largas cenas a solas con amigos”. Dijo que le parecen “muy nutritivas para el alma”.
“Creo que es una verdad general para los introvertidos”, añadió. “Tendemos a sentirnos llenos de energía con interacciones así, que van un poco más allá”.
Entonces, si bien la emoción de los planes cancelados nunca se desvanecerá para personas como yo, es alentador saber que no necesito ser el alma de la fiesta para cosechar los beneficios de la amistad.
“Creo que el mensaje para las personas introvertidas es: no vean su introversión como un impedimento”, dijo Franco. “En cambio, piensen en ello como un estilo de conectar con otros”.