Los jesuitas anunciaron su compromiso de 100 millones de dólares en marzo de 2021, como parte de sus esfuerzos para enmendar su historial de beneficio de la esclavitud. La orden dependía de las plantaciones y la mano de obra esclava para sostener al clero y ayudar a financiar la construcción y el funcionamiento cotidiano de las iglesias y escuelas, incluida Georgetown, la primera institución católica de enseñanza superior en Estados Unidos.
En el momento del anuncio, dijeron que ya habían depositado 15 millones de dólares en el fideicomiso de los descendientes. También habían contratado a una empresa de recaudación de fondos, con el objetivo de reunir el resto de los 100 millones de dólares en un periodo de tres a cinco años. La colaboración surgió después de que un grupo de descendientes presionara para negociar, tras enterarse por artículos de The New York Times de que los jesuitas habían vendido a sus antepasados para salvar Georgetown.
Timothy P. Kesicki, reverendo y expresidente de la conferencia de los jesuitas que ayudó a negociar ese acuerdo inicial entre los jesuitas y el grupo de descendientes, dijo en una entrevista que comprendía sus frustraciones.
“Esperaba haber avanzado más”, dijo Kesicki, quien añadió que esperaba que los jesuitas hubieran conseguido ya un tercio de los 100 millones de dólares prometidos para el fideicomiso, incluso la inversión inicial de 15 millones de dólares de la orden.
Kesicki, quien ahora preside el fideicomiso, y otras personas familiarizadas con los esfuerzos de los jesuitas, señalaron una serie de desafíos, por ejemplo, la estructura organizativa de la orden, que requiere la aprobación de múltiples personas para decisiones importantes, y la complejidad de los acuerdos de tierras.
Además, explicó Kesicki, desarrollar una campaña importante de recaudación de fondos lleva tiempo.
“Pero tenemos que mostrar más crecimiento”, admitió, “y eso es un reto y una presión que llevo cada día”.
Rachel L. Swarns es periodista y autora que cubre cuestiones de raza y de las relaciones raciales como escritora colaboradora de The New York Times. Sus artículos sobre las raíces de la esclavitud en la Universidad de Georgetown desencadenaron una conversación en Estados Unidos sobre las universidades y sus vínculos con este doloroso periodo de la historia. @rachelswarns • Facebook