NY Report News
Image default
Sin categoría

Me estoy quedando ciego y me siento listo

Este cambio desastroso ocurría en cámara lenta, así que tuve tiempo para observarlo. Dos sucesos propiciaron un cambio. En primer lugar, derribé a un niño pequeño que corrió frente a mí en un restaurante. Gritó como si lo estuvieran matando, luego se sacudió y siguió adelante. El otro suceso fue que choqué por accidente con una mujer, en una esquina oscura en la calle. Estaba con un grupo de amigas y todas comenzaron a gritarme obscenidades. Cuando les decía a las personas que no podía verlas, no me creían. Me respondían que no parecía estar ciego.

El diagnóstico de mi nuevo oculista fue que padecía un tipo de retinitis pigmentosa, una enfermedad hereditaria: mi madre la tuvo y mi hermana menor la tiene. En el fondo, sabía que también la tenía, pero había evitado la triste verdad porque no hay cura. La sufre un número desproporcionado de judíos askenazíes, por lo que parece ser un regalo más de Dios. Apenas logro ver a 6 metros lo que la mayoría puede ver a 60. Encima, mi visión periférica está arruinada. La oscuridad es totalmente oscura. Mi doctor mencionó que, como mi visión es de menos de 20/200, legalmente soy ciego, por lo que me recomendó que obtuviera una certificación.

Para empezar, llamé a Lighthouse Guild, una organización que ayuda a las personas afectadas por la pérdida de la visión. Tomar pasos aparentemente sencillos, como este, puede ser difícil. Es posible sentir vergüenza. Algunas barreras psicológicas impiden que procedas. He aprendido que lo primero que debes hacer es identificar y reconocer públicamente tu discapacidad. Después, debes reconocer, ante ti y ante otros, que necesitas ayuda. Por último, debes estar dispuesto a aceptar la ayuda que se te ofrezca. Debes decir que sí. Algunas personas nunca logran dar ese salto. En mi caso, fue un alivio, como si me quitaran un peso de encima.

Después de obtener mi diagnóstico de Lighthouse y la confirmación del estado, se me abrió un mundo nuevo. Tengo derecho a muchos servicios gratuitos que me ayudan a desenvolverme con cierta normalidad. Ahora tengo un defensor de los invidentes. En el lapso de un año, he recibido ayuda de un oculista especializado en visión baja, un oftalmólogo y un especialista informático. Alguien incluso vino a mi casa a enseñarme a hacer cosas, hasta cocinar. Su especialidad es el estofado peruano. Mi apartamento tiene nuevo equipo. Mi maestra de cocina me trajo una báscula que me dice mi peso, pero no he podido convencerla de mentir. Por mi cuenta, compré varias herramientas útiles. Tengo cinta que brilla en la oscuridad en los interruptores de la luz y una tira larga de luces que se activan con el movimiento en el pasillo. Llevo a todos lados una linterna pequeña de luz muy intensa. Tengo a la mano una lupa. Mi teléfono tiene una aplicación Seeing AI que lee documentos. También describe escenas y personas: “Hombre de 73 años de pie frente a una librería con expresión alegre…”.

La capacitación más valiosa fue la que me dio mi instructora de bastón, una especialista certificada en orientación y movilidad. Laurie me ordenó hace varios años un bastón blanco que se quedó en una silla, donde no podía verlo, pero mi nueva instructora me dijo que era obsoleto. “Ponte al día”, dijo. “Ya nadie da golpecitos a los lados”. Entonces, me tomó medidas para un bastón plegable blanco con bola giratoria en la punta y empezamos a recorrer Brooklyn y Manhattan, que son sus rumbos. Mi instructora me enseñó a deslizar el bastón de una cuneta a la otra. Detecta todas las grietas y hendiduras, así que solo te preocupas de cosas como bicicletas eléctricas en sentido contrario en calles de un sentido. Es como un instructor de bateo: excelente en los conceptos fundamentales. Usar un bastón es como golpear la pelota: debes soltar la muñeca y relajar la mano.

Enlace a la fuente

Notas relacionadas

Bolsonaro y Lula acuden a las urnas como millones de brasileños

NY Report News

Princesa Diana: el paso del tiempo suavizó la furia de su muerte

NY Report News

El papa Francisco y la década de división

NY Report News