El Departamento de Justicia ha tomado la medida legal, y políticamente histórica, de presentar cargos penales federales contra el expresidente Donald Trump, informaron el jueves varias personas familiarizadas con el asunto. Los cargos han sido formulados después de una larga investigación sobre su manejo de documentos clasificados que se llevó al salir de la presidencia y de su posterior obstrucción a los esfuerzos del gobierno para recuperarlos.
La acusación, presentada en la Corte de Distrito Federal de Miami, es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un expresidente enfrenta cargos federales. Esto ubica al país en una posición excepcional, debido a la condición de Trump no solo como expresidente, sino también como favorito para ganar la candidatura presidencial republicana de 2024 y enfrentar al presidente Biden, cuyo gobierno tratará de condenar a su potencial rival.
Trump fue acusado de un total de siete cargos, incluida la retención deliberada de secretos de defensa nacional en violación a la Ley de Espionaje, hacer falsas declaraciones y conspiración para la obstrucción de la justicia, según personas familiarizadas con el asunto.
Se espera que Trump se entregue a las autoridades en Miami el martes, según una persona cercana a él y a su propia publicación en Truth Social.
La acusación, presentada por el despacho del fiscal especial Jack Smith, se produjo unos dos meses después de que los fiscales locales en Nueva York introdujeran más de 30 cargos por delitos graves contra Trump en un caso relacionado con un pago de dinero a una actriz porno a cambio de su silencio, antes de las elecciones de 2016.
Smith también está investigando los extensos esfuerzos de Trump para retener el poder tras su derrota en las elecciones de 2020, y cómo eso desencadenó el asalto al Capitolio por parte de un grupo de alborotadores pro-Trump el 6 de enero de 2021.
Los registros públicos en el caso de los documentos han proyectado una imagen de Trump en la que obstruyó repetidas veces los esfuerzos tanto de la Administración Nacional de Archivos y Registros como del Departamento de Justicia para recuperar los cientos de registros gubernamentales confidenciales que el expresidente se llevó de la Casa Blanca y mantuvo principalmente en Mar-a-Lago, su club privado y residencia de Florida.
Aunque se conoce la naturaleza de algunos de los documentos encontrados en posesión de Trump —por ejemplo, había conservado cartas del dictador norcoreano Kim Jong-un—, no se sabe con certeza cuáles son los otros materiales clasificados que se encontraron en Mar-a- Lago y qué daño a la seguridad nacional causó el hecho de que los retuviera, de haber alguno.
En repetidas ocasiones, Trump ha calificado la investigación como una cacería de brujas con motivos políticos, y en las últimas semanas sus abogados han tratado de establecer lo que, según ellos, son problemas de mala praxis por parte de los fiscales.
Esto es lo que se sabe hasta este momento:
El exmandatario confirmó en su plataforma social que había sido acusado, diciendo que había sido acusado “por el engaño de las cajas”. El Departamento de Justicia no hizo ningún comentario y no publicó inmediatamente la acusación. Un alto funcionario de la administración Biden dijo que la Casa Blanca se enteró de la acusación a través de los reportes de prensa.
La acusación se remonta al final del mandato de Trump en enero de 2021, cuando los documentos —muchos de los cuales se decía que estaban en la residencia de la Casa Blanca— se empacaron en cajas junto con ropa, regalos, fotos y otros materiales y fueron enviados por la Administración de Servicios Generales a Mar–a-Lago.
Después de largos esfuerzos de la Administración Nacional de Archivos y Registros durante gran parte de 2021 para que Trump entregara el material que se había llevado —considerado propiedad del gobierno según la Ley de Registros Presidenciales— Trump entregó 15 cajas en enero de 2022. Las cajas contenían material altamente sensible con marcas clasificadas, lo que provocó una investigación del Departamento de Justicia.
En agosto pasado, agentes federales llegaron a Mar-a-Lago para realizar una búsqueda extraordinaria que reveló materiales que Trump no había entregado en respuesta a una citación realizada meses antes que exigía la devolución de cualquier documento clasificado que aún tuviera en su poder.
El Departamento de Justicia ha cuestionado repetidas veces el nivel de cooperación de Trump con los esfuerzos para recuperar los documentos. Ha afirmado haber recuperado más de 100 documentos que contenían marcas de material clasificado incluso después de que uno de los abogados del expresidente certificara que no se había encontrado más materiales tras una “búsqueda diligente” por parte de su equipo legal.
Trump todavía enfrenta otras investigaciones criminales. Entre ellas, la investigación de Smith sobre los esfuerzos de Trump para mantenerse en el poder luego de su derrota electoral —y cómo eso desencadenó el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021— y una investigación realizada por una fiscal en Georgia sobre sus intentos de revertir su derrota en las elecciones de 2020 en ese vital estado indeciso. Se espera que Trump vaya a juicio en Manhattan en marzo del año que viene, tras haber sido acusado en relación con un pago de dinero a una actriz porno a cambio de su silencio.