“No me parece apropiado ir a la discoteca”, dijo Tetyana Burianova, asidua de la vida nocturna de Kiev antes de la guerra y organizadora de una de estas fiestas. “Mientras haya guerra, mi vida, como la de todo el mundo, es solo el voluntariado”.
En el estuario de Tylihul, cerca del mar Negro, el dueño de una granja de ostras y una cafetería ha logrado mantener abiertos sus negocios y decretado que los soldados y sus familias coman gratis durante la guerra. Agradecido de que sus instalaciones no hayan sido alcanzadas por ataques rusos, se ha propuesto brindarles unas horas de alivio a quienes defienden el frente de batalla.
“Ahora no es época de turismo, es época de sobrevivencia”, dijo la novia de un soldado que había acudido a nadar al lugar. “Pero algo así nos ayuda a poder desconectarnos un poquito”.
¿Caos o calma al viajar? Tenemos soluciones
La industria del turismo se ha ido restableciendo luego de la pausa pandémica, con muchos contratiempos: retrasos, cancelaciones, filas interminables, tumultos.
Hace unas semanas, nos llegó un comentario desde España: “En nuestra cuadrilla hemos decidido viajar en los meses de otoño y/o invierno”, escribió Nicky, “las aglomeraciones son menores y generalmente las personas que viajan en esta época son menos y más educadas”.
A continuación, algunos consejos para mitigar la incomodidad y, tal vez, disfrutar de tu próxima excursión.
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Atención, México, ‘situación de riesgo’
Varias ciudades de México vivieron escenas de violencia en agosto: bloqueos en las calles, incendios de comercios y vehículos e incluso asesinatos de personas civiles al azar.
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