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Así fue la audiencia en la que se formularon los cargos contra Trump

Un momento extraordinario sucedió cuando Conroy comenzó a referirse a las publicaciones recientes que Trump ha hecho en las redes sociales. El expresidente prometió que en caso de que lo acusaran habría “muerte y destrucción” y publicó lenguaje racista e imágenes amenazantes dirigidas contra el fiscal de distrito Alvin Bragg.

SR. CONROY: Nos preocupa mucho el peligro potencial que este tipo de retórica supone para nuestra ciudad, para los posibles jurados y testigos, así como para el proceso judicial.

A continuación, Conroy repartió copias impresas de los mensajes de Trump al juez y al equipo de la defensa. El expresidente le dio su copia a Tacopina, pero un minuto después se la pidió de vuelta, haciéndole señas con la mano derecha. Otro de sus abogados, Todd Blanche, se opuso enérgicamente a los comentarios de Conroy sobre las publicaciones en las redes sociales.

SR. BLANCHE: Es cierto que el expresidente Trump ha respondido y que lo ha hecho con contundencia. Es cierto que, como parte de esa respuesta, está absolutamente frustrado, molesto y cree que su presencia en esta sala del tribunal es una grave injusticia.

Blanche afirmó que Trump “tiene derechos y se le permite pronunciarse públicamente”.

Eso pareció incitar a Merchan, quien habló con calma y seriedad, cuando respondió que no tenía la intención inmediata de imponerle una “orden de mordaza” a Trump, en contra de las preocupaciones expresadas recientemente por el equipo jurídico del expresidente. Los fiscales no han solicitado una orden de mordaza.

EL TRIBUNAL: Ciertamente, el tribunal no impondría una orden de mordaza en este momento aunque se solicitara. Esas restricciones son las más serias y menos intolerables sobre los derechos de la Primera Enmienda. Eso aplica por partida doble al señor Trump, porque es candidato a la presidencia de Estados Unidos. Así que es evidente que esos derechos de la Primera Enmienda tienen una importancia crítica.

Pero Merchan, quien es juez de la Corte Suprema estatal desde 2009, le advirtió a la defensa que hablara con Trump “y cualquier otra persona con la que sea necesario y les recuerden que, por favor, se abstengan de hacer declaraciones que puedan incitar a la violencia o a los disturbios civiles”.

SRA. MCCAW: El acusado no puede proporcionar los materiales que recibe a través del proceso de presentación de pruebas a terceros, lo que incluye a la prensa, y no puede publicarlos en las redes sociales.

Mientras Trump seguía sentado en silencio, Catherine McCaw, otra fiscal, le dijo al juez que su equipo estaba trabajando con los abogados de Trump para redactar una orden de protección, un documento que le pondría ciertas restricciones al exmandatario.

La fiscal explicó que una de esas restricciones le prohibiría al expresidente publicar material específico del caso en las redes sociales o compartirlo con los reporteros. Si Trump viola alguna de las restricciones establecidas, Merchan decidiría si lo sanciona y cómo hacerlo.

A medida que se desarrollaba su audiencia de instrucción, Trump se mostraba cada vez más inquieto. Entrelazaba y desentrelazaba los dedos una y otra vez. Cruzaba y descruzaba los brazos. Golpeó la mesa con los nudillos. En una ocasión, infló las mejillas en un suspiro impaciente.

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