El gobierno de Joe Biden anunció el lunes una amplia campaña contra la explotación laboral de los niños migrantes en Estados Unidos, que incluye investigaciones más agresivas de las empresas que se benefician de su trabajo.
El anuncio se produjo días después de que The New York Times publicara una investigación sobre el crecimiento explosivo del trabajo infantil migrante en todo Estados Unidos. Los niños, que han estado cruzando la frontera sur sin sus padres en números históricos, están desempeñando trabajos duros que incumplen las leyes sobre trabajo infantil, según reveló el Times.
La Casa Blanca presentó una serie de nuevas iniciativas para investigar las violaciones del trabajo infantil entre los empleadores y mejorar el apoyo básico que reciben los niños migrantes cuando son entregados a patrocinadores en Estados Unidos. Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, calificó las revelaciones del Times como “desgarradoras” y “completamente inaceptables”.
Como parte del nuevo esfuerzo, el Departamento de Trabajo —ente que vela por el cumplimiento de estas leyes— dijo que no solo investigará a las fábricas y proveedores que emplean de manera ilegal a los niños, sino también a las grandes empresas que se benefician del trabajo infantil en sus cadenas de suministro. Los niños migrantes suelen usar identificaciones falsas y encuentran trabajo a través de agencias de empleo que no verifican sus números de Seguridad Social.
En el pasado, las empresas se han librado de multas responsabilizando a esas agencias o a otros subcontratistas cuando se descubren las infracciones.
“Con frecuencia, los empleadores que contratan servicios no vigilan quién trabaja en sus instalaciones”, dijo el Departamento de Trabajo en un comunicado.
El departamento también estudiará la posibilidad de utilizar una disposición legal sobre “mercancías urgentes” que le permite detener el transporte interestatal de bienes cuando se ha detectado que existe trabajo infantil en la cadena de suministro.
El Times descubrió productos fabricados por niños y jóvenes migrantes en las cadenas de suministro de grandes marcas y minoristas estadounidenses, como Ben & Jerry’s, Fruit of the Loom, Ford, General Motors, J. Crew, Walmart, Whole Foods y Target. En Grand Rapids, Míchigan, los niños trabajaban hasta altas horas de la noche en las plantas de Hearthside Food Solutions, una empresa que fabrica y envasa alimentos para otras marcas como General Mills, Frito-Lay y Quaker Oats.
El Departamento de Trabajo ha iniciado una investigación sobre las prácticas laborales de Hearthside, según informaron funcionarios gubernamentales.
Los funcionarios tienen previsto iniciar investigaciones en las zonas de Estados Unidos con más probabilidades de que se produzcan violaciones del trabajo infantil y pedir al Congreso que aumente las penas. Desde hace tiempo, los investigadores federales se quejan de que la multa máxima por infracciones —unos 15.000 dólares por incumplimiento— no es suficiente para disuadir a las empresas que emplean trabajadores menores de edad. La nueva iniciativa también establece un grupo de trabajo conjunto entre el Departamento de Trabajo y el Departamento de Salud y Servicios Humanos —el organismo responsable de los menores migrantes— para mejorar el intercambio de información.
Este es un artículo en desarrollo. Puedes leer el resto del informe en inglés aquí.
Luke Broadwater colaboró con reportería.
Hannah Dreier es una reportera galardonada con el Premio Pulitzer que forma parte del equipo de investigaciones del Times. hannah.dreier@nytimes @hannahdreier