En los últimos meses, la plataforma también ha experimentado problemas con su sistema de denuncia de abusos, que permite a los usuarios notificar a la empresa cuando encuentran material de explotación infantil. (Twitter ofrece una guía para denunciar contenidos abusivos en su plataforma).
El Times utilizó su cuenta de investigación para denunciar múltiples perfiles que decían vender o comerciar con el contenido en diciembre y enero. Muchas de las cuentas seguían activas e incluso aparecían como recomendaciones a seguir en la propia cuenta creada por el Times. La empresa dijo que necesitaría más tiempo para desentrañar por qué aparecían esas recomendaciones.
Para encontrar el material, Twitter utiliza software creado por una organización que combate el tráfico de personas llamada Thorn. Según personas familiarizadas con la relación, Twitter no le ha pagado a la organización desde que Musk asumió control, se cree que esto se debe a su esfuerzo generalizado por recortar gastos. Twitter también dejó de colaborar con Thorn para mejorar la tecnología. La colaboración era benéfica para toda la industria porque otras empresas usan el mismo software.
Irwin declinó comentar sobre las relaciones comerciales de Twitter con proveedores específicos.
La relación de Twitter con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados también se ha visto afectada, según las personas que trabajan ahí.
John Shehan, un ejecutivo del centro, comentó que le preocupaba el “alto nivel de rotación” en Twitter y cuál es la postura de la empresa en materia de “confianza y seguridad y su compromiso con la identificación y eliminación de material de abuso sexual infantil de su plataforma”.
Tras la transición a manos de Musk, Twitter reaccionó en un primer momento con mayor lentitud a las notificaciones del centro sobre contenido de abuso sexual, según datos del centro, un retraso de gran importancia para los sobrevivientes de abusos, que son revictimizados con cada nueva publicación. Twitter, como otras plataformas, mantiene una relación bidireccional con el centro. El sitio notifica al centro (que a su vez puede notificar a las autoridades) cuando tiene conocimiento de contenidos ilegales. Y cuando el centro se entera de un contenido ilegal en Twitter, alerta al sitio para que las imágenes y las cuentas puedan ser eliminadas.
A finales del año pasado, el tiempo de respuesta de la empresa fue de más del doble del que había sido durante el mismo periodo un año antes con los propietarios anteriores, aun cuando el centro enviaba menos alertas. En diciembre de 2021, Twitter tardó un promedio de 1,6 días en responder a 98 reportes; el pasado diciembre, después de la llegada de Musk, tardó 3,5 días en responder a 55 reportes. En enero, mejoró bastante: tardó 1,3 días en responder a 82 reportes.