En la ciudad de Nueva York, la temporada de admisiones escolares, que comienza poco después del primer día de colegio, es un frenesí caótico que para muchas familias dura un mes.
El sistema escolar neoyorquino, el mayor del país, está dividido en 32 distritos que albergan más de 1700 escuelas públicas, y las familias suelen tener decenas de opciones a partir de los 3 años. Ya en el jardín de infancia, los alumnos pueden estar clasificados en distintos sistemas, y la intensidad del proceso de búsqueda de un centro de bachillerato se compara con la admisión en la universidad.
Pero hay maneras de lograr que esa experiencia sea más fácil. Más de media decena de expertos y asesores en educación y admisiones ofrecieron consejos sobre cómo sortear la avalancha de información y en qué debes fijarte para encontrar el centro adecuado para tu hijo.
Esto es lo que hay que saber.
¿Qué es lo más importante a la hora de elegir la escuela?
En primer lugar, toma un momento para reflexionar sobre los intereses de tu hijo y el tipo de escuela en la que podría desarrollarse: grande o pequeña; tradicional con mucha estructura o progresista con mayor libertad.
Después, respira hondo: los expertos en admisiones subrayan que ninguna escuela es perfecta.
Pero hay dos elementos clave en los que puedes fijarte, según una serie de estudios de investigación: la calidad de los profesores y del director.
Para encontrar pistas sobre ellos, hay que tener en cuenta sus interacciones con los alumnos, su nivel de experiencia (que puede consultarse en los boletines oficiales) y si el personal luce cohesionado y parece tener una visión común del centro de estudios. En preescolar y los primeros cursos, el estilo es crucial. ¿Los profesores son afectuosos? ¿Hablan con los alumnos o solo se dirigen a ellos? ¿Los niños parecen alegres?
Por supuesto, también es importante lo que se enseña en las escuelas, sobre todo el enfoque de la enseñanza de la lectura, la escritura y las matemáticas. Muchas escuelas están en proceso de adoptar nuevos planes de estudios para revisar las prácticas ineficaces, y vale la pena preguntarles por sus planes.
Elissa Stein, consultora local de admisiones en bachilleratos, afirma que a menudo les dice a las familias que factores como los tiempos de desplazamiento, la hora de entrada, las actividades extraescolares y los servicios de apoyo también influirán en la experiencia del estudiante.
“Si sabes que un tipo de ambiente no es adecuado para tu hijo, o no sería beneficioso, debes borrar esas escuelas de tu lista”, dijo. “Aunque tengan una reputación increíble”.
Quiero comparar escuelas, ¿dónde puedo encontrar información?
Un buen punto de partida es el sitio web InsideSchools, conocido como uno de los mejores recursos de la ciudad de Nueva York para obtener consejos, datos y reseñas de escuelas.
El Departamento de Educación publica otra métrica útil, una puntuación de impacto, que pretende mostrar cómo una escuela determinada ayuda a los estudiantes a crecer académicamente basándose en los resultados de los exámenes estandarizados.
Las familias con hijos ya matriculados también pueden dar su opinión. Hay un grupo de Facebook sobre el proceso de admisión en secundarias que es manejado por familiares de los alumnos y es especialmente popular. Pero asegúrate de comprobar la información en el sitio web del Departamento de Educación.
También considera la posibilidad de mirar más allá de las opciones conocidas a la hora de hacer una lista. “Cada vez es más importante considerar otras posibilidades y crear una red más amplia”, afirma Laura Zingmond, una editora sénior de InsideSchools.
“Oblígate a echar un vistazo a algunas escuelas de las que nunca has oído hablar, pero que parecen interesantes”, dijo. “O que parezcan interesantes pero alguien haya dicho: ‘No me gusta esa escuela’. Bloquea el ruido”.
Un buen consejo: cuanto antes empieces a hacer la lista, mejor. A la hora de comparar opciones, los expertos en admisiones también dicen que no hay nada mejor que una visita en persona.
¿Cómo puedo aprovechar al máximo una visita guiada?
Debes hacer preguntas, tomar notas detalladas y prestarle atención al entorno escolar. ¿Los alumnos participan en los debates o parecen desinteresados? ¿Hay una gran variedad de libros en las aulas?
En el caso de los alumnos de nivel básico, piensa más allá de su año de prescolar. Puedes pedir observar una clase de quinto grado, o ver las tareas que realizan los alumnos adolescentes, para ver si los profesores las puntúan bien, dice Zingmond.
Pregunta cómo abordaría la escuela problemas hipotéticos, como un problema disciplinario o una dificultad emocional, dijo Zingmond. “Si la escuela dice que hace algo bien, siempre pide un ejemplo”, añade.
Clara Hemphill, fundadora de InsideSchools, afirma que, aunque el alumno no tenga ninguna discapacidad, también merece la pena fijarse en cómo abordan las escuelas los programas de educación especial. “Hay que ver cómo tratan a los niños que no encajan en el molde”, dijo. “¿Se les incluye? ¿Son atentos?”.
Llegó la hora de presentar la solicitud. ¿Qué debo saber?
Primero, lo básico. Estos son los grados en los que las familias neoyorquinas tienen que solicitar cupos en las escuelas:
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Prescolar: Nueva York ofrece programas gratuitos de prekinder para niños de 3 y 4 años que duran una jornada escolar completa, y las familias pueden optar por opciones ampliadas en función de sus ingresos y necesidades.
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Primaria: Todos los niños tienen garantizada una plaza en el jardín de infancia y se matriculan en el año de calendario en que cumplen 5 años. La mayoría de los alumnos asisten a las escuelas de su zona y tienen prioridad de admisión en función de su domicilio. Encuentra aquí la escuela de tu zona. Tres áreas —el Lower East Side, East New York y el South Bronx— no tienen zonas, y todo el distrito puede solicitar cupos ahí.
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Secundaria (middle school): La mayoría de los estudiantes se matriculan en las escuelas de su zona o en otra escuela del mismo distrito. Algunos programas aceptan a niños de cualquier parte de la ciudad o de un distrito concreto. Los estudiantes del Bronx, por ejemplo, pueden solicitar plaza en cualquier centro de secundaria de la zona.
Para empezar a solicitar plaza en cualquiera de las escuelas públicas de la ciudad, crea una cuenta en el sitio web MySchools de la ciudad. También puedes inscribirte para recibir anuncios de admisiones y acudir a un centro de orientación y bienvenida familiar en busca de ayuda.
Los plazos de solicitud y las normas pueden cambiar, pero en cada nivel escolar recibirás un número de lotería aleatorio y podrás elegir hasta 12 programas.
El número de lotería entra en juego cuando hay más solicitantes que plazas. A continuación, los centros clasifican a los niños en grupos prioritarios de admisión, teniendo en cuenta factores como su distrito (borough) o si tienen algún hermano matriculado. A los alumnos se les ofrecen plazas por orden de número de lotería hasta que se llenan todas las plazas.
Las solicitudes para secundaria (middle school) y bachillerato (high school) se abren el 3 y el 11 de octubre, y deben presentarse en diciembre. Las de prescolar y jardín de infancia se presentan más tarde. Las solicitudes se envían a partir de marzo. Aquí puedes ver las fechas exactas.
Alrededor del 13 por ciento de los alumnos de la ciudad asisten a escuelas concertadas (charter schools). Son gratuitas y se financian con fondos públicos, pero se gestionan de forma privada, al margen del Departamento de Educación de la ciudad. Muchas tienen jornadas y cursos escolares más largos, o temas y enfoques únicos. Sus solicitudes se tramitan por separado, y los plazos suelen ser en abril.
¿Cuál es la mejor estrategia al momento de solicitar un cupo?
Debes clasificar las escuelas y los programas según tus verdaderas preferencias. No hay mejor método. Los estudiantes son considerados para una opción inferior solo si una escuela de mayor rango no tiene cupos.
Los expertos en admisiones sugieren crear una lista completa de 12 centros con un equilibrio de programas, prioridades y demanda por plaza, que puedes encontrar en MySchools. Presenta tu solicitud dentro del plazo; no hay ninguna ventaja en hacerlo de manera anticipada.
También puedes aprovechar los métodos de admisión exclusivos, dice Stein. Un alumno que es bueno en redacción, pero no tiene notas muy altas, podría considerar los bachilleratos en los que los ensayos tienen gran importancia. Los estudiantes que tuvieron dificultades en la escuela secundaria podrían considerar los programas de opción educativa, que reservan plazas a través de los niveles de rendimiento académico, dijo Sindy Nuesi, que dirige un centro juvenil que trabaja con estudiantes de secundaria en el barrio Cypress Hills de Brooklyn.
¿Qué pasa si tu hijo no consigue entrar en su primera opción?
Los estudiantes quedan automáticamente en lista de espera en los programas que hayan solicitado, más allá de la escuela en la que quedaron admitidos. Pero, incluso si el proceso lo decepciona, recuerda que tu hijo aún puede mejorar, dice Mahalia Watson, una madre de Harlem que creó la guía en línea Let’s Talk Schools (Hablemos de escuelas).
“No será el fin del mundo si tu hijo no entra en la escuela que todo el mundo dice que necesita para que le vaya en grande en la vida”, dijo. “Eso simplemente no es cierto”.
Casos especiales:
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Programas de audiciones: Algunos programas de danza, cine, teatro y moda requieren una “audición”, y a los estudiantes se les suele pedir que preparen un portafolio de trabajos.
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Institutos especializados: Ocho de estos institutos aceptan a los estudiantes basándose en un examen de ingreso para el que los alumnos se pueden inscribir antes del 27 de octubre y que se realiza en noviembre.
La ciudad también tiene muchos otros programas que figuran en la guía oficial de admisiones de este año.