He visto pasar muchas generaciones en el tenis, y cada vez que ves a un gran jugador retirarse, es muy difícil. Pero la noticia de que Serena Williams deja el tenis es particularmente dura por lo que representa.
Su presencia y sus posturas políticas elevaron el juego. La técnica, potencia y el ritmo de su saque son asombrosos. Establecen el tono de la intensidad de su juego. No me importa lo que pase después de eso, solo quiero verla sacar.
Conozco a Venus y Serena Williams desde que tenían 7 y 6 años. Las conocí por primera vez en abril de 1988. Había unas 1200 niñas ese día para una clínica de tenis en mi ciudad natal, Long Beach, California, cerca de Compton, donde las hermanas Williams crecieron. Desde entonces se notaba que eran especiales. Y era algo más que sus condiciones. Noté que escuchaban de verdad, escuchaban de manera activa. Se podría decir que estaban realmente ahí. Tenían una concentración prodigiosa.
Ese día, le pedí a Serena que sacara, y le dije: no cambies nada.
Serena es la mejor, la más grande de todos los tiempos, o al menos es la más grande de su tiempo, pues cada generación se refina. Serena cambió la forma de jugar al tenis. Durante los años en que ha jugado, sus servicios mejoraron mucho en el tenis de mujeres, y creo que ella es la razón: ha impulsado a las otras jugadoras a ser mejores. Tener un gran servicio te mantiene fuera de problemas. Cuando va perdiendo 30-40 o 15-40, puede hacer un par de ases y, antes de que te des cuenta, vuelve a estar cuarenta iguales.
En 1970, fui una de las jugadoras de las Nueve Originales que, junto con Gladys Heldman, creamos nuestra propia liga. Ese fue el nacimiento del tenis profesional femenino como lo conocemos. Después, en 1973, fundé la Asociación de Tenis Femenino. Queríamos hacer posible que cualquier niña en el mundo que fuera lo suficientemente buena tuviera un lugar para competir: no solo jugar, competir. Queríamos ser apreciadas por nuestros logros, no solo por nuestra apariencia. Y queríamos poder ganarnos la vida jugando al tenis.
De modo que Serena está viviendo nuestro sueño. Cuando la veo, pienso: “Gracias, Dios”. Ha sido una representante portentosa, una líder fantástica que ha ayudado a otras mujeres, en especial a las mujeres de color. No tiene miedo de decir lo que piensa.
Serena es extremada, pero extremadamente competitiva. Nunca he visto a alguien que deteste perder tanto, lo que me encanta. Las campeonas pueden mejorar su juego cuando están desafiadas o cuando están perdiendo. Serena es esa persona.
También ella tiene lo que llamo el factor yo no sé qué. Y Serena tiene ese factor yo no sé qué anunciado con luces neón. Se nota que le gusta entretener. Le gusta la atención y sabe cómo sobrellevarla. Muchos jóvenes recibirán esta atención, y después los veremos quebrarse. Ella prospera en esa situación.
Serena es muy buena para darle acceso a la gente a través de los medios y las redes sociales. Eso es lo que ahora les gusta a los chicos. ¡Les gusta saber cuándo te cepillas los dientes! Ella es muy avezada compartiendo su vida con la gente. Ha logrado mucho y también ha tenido algunas dificultades, como el asesinato de su media hermana, el racismo que ha tenido que soportar como mujer negra y las complicaciones que sufrió tras el nacimiento de su hija. Puede identificarse con muchas personas diferentes, y las personas pueden identificarse con ella por lo que ha pasado. No importa si te gusta o no el tenis: te gusta Serena.
Cada vez que veo a las otras jugadoras de las Nueve Originales y hablamos sobre el estado de nuestro deporte, decimos: “¿No es maravilloso?”. Están viviendo el sueño. Siempre estamos buscando jugadoras que puedan ayudar a promover el deporte pero aún más importante es que puedan ayudar a promover la igualdad y usar el tenis como una plataforma para cambiar la forma en la que pensamos, transformar lo que consideramos posible y hacer que el mundo sea mejor. Serena ha impulsado la idea de la equidad de género, la inclusión y diversidad. Ha inspirado a la gente a vivir sus sueños.
En el artículo que escribió para Vogue en el que anunció su retiro, al que llama “evolucionar”, hay una frase que se me quedó grabada. “He construido una carrera canalizando la ira y la negatividad y convirtiéndolas en algo bueno”, escribió. Tiene razón. Está bien que la gente se enoje, siempre que se trate de algo importante. Pero usa tu ira; conviértela en algo positivo.
Esta semana, estaré apoyando a Serena desde las gradas del US Open. Creo que hará una diferencia incluso más importante en la segunda parte de su vida que en la primera. Y siento que apenas está comenzando.
Billie Jean King ganó 39 títulos de Grand Slam, incluidos 20 torneos de Wimbledon. Fundó la Women’s Sports Foundation y la Asociación de Tenis Femenino y fue la primera atleta femenina en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad. Fundó la Iniciativa de Liderazgo Billie Jean King y es copropietaria de Los Angeles Dodgers, el equipo de fútbol Angel City F. C. y del equipo de baloncesto LA Sparks.