Donald Trump es el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar cargos penales. El jueves, un gran jurado investigador de Manhattan votó a favor de acusar a Trump por su participación en el pago a una estrella del cine para adultos.
Tras los sucesos, el corresponsal veterano de la Casa Blanca del Times, Peter Baker, escribió:
A pesar de todo el enfoque en los detalles de mal gusto del caso, su novedosa teoría legal o su impacto político, la mayor noticia es que este país incursiona en un camino que nunca antes había recorrido, uno lleno de profundas consecuencias para el estado de la democracia más antigua del mundo. Durante más de dos siglos, los presidentes han estado en un pedestal —incluso los que han sido afectados por los escándalos— mientras estaban en el cargo han tenido inmunidad para ser enjuiciados y, de hecho, lo mismo ha pasado cuando abandonan la presidencia.
Al cierre de este boletín esto era lo que sabíamos al respecto:
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El jueves por la tarde, un vocero de la fiscalía dijo en un comunicado que se había contactado al abogado del expresidente “para coordinar su entrega a la Oficina de la Fiscalía de Distrito de Manhattan para su lectura de cargos en una acusación de la Corte Suprema, que permanece sellada”.
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El expresidente se entregaría el martes para la lectura de cargos enManhattan, según Susan Necheles, una de sus abogados. Las autoridades están preparándose para los detalles logísticos. Aquí lo hemos explicado.
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El caso se origina en 2006, cuando Donald Trump, entonces empresario estrella del programa de telerrealidad El aprendiz, conoció a Stormy Daniels, una actriz y directora porno. Ella ha dicho que tuvo intimidad con Trump y que él le dijo que podría invitarla a su programa. Más tarde, Daniels intentó vender a los medios su versión de la historia. Cuando Trump estaba en campaña por la presidencia, su equipo negoció un acuerdo de confidencialidad con Daniels a cambio de 130.000 dólares.
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El pago a Daniels lo hizo Michael Cohen, que en ese entonces era abogado de Trump. Cohen ha testificado que obtuvo el dinero de su línea de crédito con garantía hipotecaria y que la cifra se le rembolsó posteriormente. Uno de los aspectos centrales del caso es cómo fue que la Organización Trump disimuló el concepto de los pagos.
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Un abogado que representa al exmandatario en otro caso civil en el estado de Nueva York dijo que la acusación era “el punto más bajo de nuestro sistema de justicia penal. La que alguna vez fue la fiscalía de distrito más respetada y reverenciada del país se ha visto ensuciada por completo por un político oportunista que busca, como muchos otros, beneficiarse de la marca Trump”.
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El caso tendrá repercusiones para la contienda presidencial de 2024, en la que Trump ya anunció su intención de postularse. El expresidente está involucrado en otras investigaciones, que algunos expertos consideran más graves. Entre ellas, por el manejo de documentos clasificados, por interferencia en las elecciones de 2020 y por su participación en los hechos del ataque al Capitolio el 6 de enero.
Los dejamos con esta reflexión del análisis de Peter, que ayuda a poner en perspectiva las repercusiones de este momento que, si bien es histórico para Estados Unidos, resulta familiar para otros países. Él se pregunta:
¿Desgarrará al país, como temían algunos sobre la posibilidad de enjuiciar a un expresidente después de Watergate? ¿Será visto por muchos, en el país y en el extranjero, como la justicia del vencedor que se aplica en los países en desarrollo cuando los líderes anteriores son encarcelados por sus sucesores? ¿O se convertirá en un momento de la verdad, una señal de que incluso alguien que fue la persona más poderosa del planeta no está por encima de la ley?
Sin duda seguiremos reportando sobre los avances de este caso. Aquí puedes encontrar las actualizaciones más recientes en inglés.
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Una canción para olvidarse de todo y ponerse a bailar
Todos hemos visto alguna de esas escenas —en la televisión, en el cine, en la publicidad— en las que una persona común y corriente deja lo que está haciendo y se pone a bailar.
En un ensayo reciente con estupendos clips de video, el editor Shane O’Neill explica por qué le encantan esos momentos:
“Cuando veo estas escenas, estas explosiones de extravagancia, todavía tocan algo profundo en mí. Me recuerdan que puedo divertirme, ser espontáneo, y olvidarme de mí mismo lo suficiente como para unirme a una conga en la recepción de una boda”.
Te invito a disfrutar la nota de Shane, a mirar con atención las escenas incluidas y, si te apetece, a enviarnos un correo electrónico en el que nos cuentes qué canción logra emocionarte al punto en que te dejas llevar, estés donde estés.
—Patricia Nieto y Sabrina Duque producen y editan este boletín.
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