Lula volverá a gobernar Brasil.
Las autoridades electorales informaron la noche del domingo que más de la mitad de los votantes decidieron que el líder de izquierda regrese al poder. Según nuestros colegas, el resultado culmina la resurrección política de Luiz Inácio Lula da Silva, el exobrero metalúrgico que llegó a presidente y luego fue a prisión por cargos de corrupción.
Da Silva ofreció un mensaje de unidad:
“Voy a gobernar para 215 millones de brasileños y no solo para aquellos que votaron por mí”, dijo en su discurso de victoria, que leía de unas hojas que sostenía su esposa. “No hay dos Brasiles. Somos un país, un pueblo, una gran nación”.
Y es que el nuevo presidente, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, enfrentará ingentes desafíos. Aquí algunos de ellos:
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El país se encuentra en una posición económica muy distinta a la que prevaleció en sus dos primeros mandatos, cuando el auge de las materias primas le permitió redistribuir la riqueza y sacar de la pobreza a millones de ciudadanos.
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El partido derechista del actual presidente Jair Bolsonaro tiene el control del Congreso, lo que va a dificultar la gobernanza. Tal como opinó en este ensayo Vanessa Barbara, este escenario obligará al futuro mandatario “a depender de los partidos de centro, lo que despeja el camino al intercambio de favores —que con frecuencia genera corrupción— que ha perjudicado a la democracia brasileña desde su origen”.
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Bolsonaro, quien no emitió declaraciones durante más de 24 horas tras conocerse los resultados, ha pasado años cuestionando la seguridad y confiabilidad del sistema de votación, lo que ha hecho que millones de ciudadanos desconfíen de su proceso electoral.
Al cierre de este boletín se esperaba que Bolsonaro diera un mensaje a la nación el martes. Estaremos atentos.
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Esquina de los lectores
Nuestra sección de comentarios ha estado muy concurrida en los últimos días. Aquí hay una pequeña selección de puntos de vista que nuestros lectores han compartido, editados por cuestiones de espacio:
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“En México el gobierno dilapida el dinero de los impuestos, de manera que los ciudadanos no le tenemos confianza. Los millonarios prefieren ayudar a fundaciones a las que el gobierno dejó de apoyar”. —Rosa Chávez, Guadalajara, México.
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“Hasta siendo extremista, creo que es discriminatoria contra la mujer esa palabra de ‘bochorno’. Es como que inconscientemente tuviéramos que sentir ‘bochorno’ por algo totalmente natural y fisiológico. Y creo que influye en el famoso tabú. Ojalá lo denominen con otro término”. —Lola, Puerto Rico.
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“La única forma de contrarrestar el avance chino sobre las plataformas submarinas es que los países afectados como Perú, Ecuador o Argentina desarrollen su industria pesquera. En el caso de Argentina, toda la vida se le dio la espalda al mar”. —Ed, Buenos Aires.
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“Si los chinos se acabaron sus riquezas naturales, se debe impedir a toda costa que acaben irresponsablemente con la riqueza de otras zonas de la Tierra”. —Luis Fortuño, Querétaro, México.
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“En mi niñez, en un pueblo rural de Ica, Perú, salíamos cantando, pidiendo alguna moneda o dulce, por el Día de los Inocentes, como se llamaba a esta fecha. No había luz eléctrica, y aún recuerdo esas noches cálidas y luminosas, como nuestra niñez. Hoy, los niños salen el 31 de octubre siguiendo la moda, no la tradición”. —Gaby Cevasco, Lima, Perú.