“No siempre se espera que personas de su nivel de celebridad hablen con honestidad e intensidad emocional de cosas que les molestan o que son complejas en sus vidas”, afirmó Cogan. “Estaban dispuestos a hacerlo, y eso fue muy refrescante para nosotros como narradores”.
Su historia también se enmarca en “la historia del colonialismo británico, y la raza y su relación con la monarquía”, añadió Cogan; en otras palabras, temas que sin duda harán tartamudear a la monarquía.
En la serie, Garbus contextualiza el material de archivo personal de la pareja, intercalando el diario en video que grabaron ellos mismos con entrevistas formales e imágenes de archivo de la familia real. La madre de Meghan, Doria Ragland, aparece mucho, al igual que los compañeros de internado de Enrique, el equipo de seguridad de Meghan en Canadá, sus amigos de la universidad y los coprotagonistas de la serie de televisión Suits.
El rodaje comenzó en noviembre de 2021 y terminó en julio, meses antes de la muerte de la reina Isabel II. Cuando le preguntaron si Enrique y Meghan tuvieron algún control sobre el producto final, Garbus dijo que había sido una colaboración. Cuando le preguntaron si la pareja tuvo la aprobación final sobre la serie, respondió: “Fue una colaboración. Pueden seguir preguntándome, pero eso es lo que diré”.
El proyecto es una especie de culminación de los temas que Garbus ha tratado durante las dos últimas décadas. Ya sea la justicia social vista a través de la lente del sistema penitenciario (The Farm: Angola, USA y Girlhood) o desvelar las turbulentas historias personales de figuras célebres, aunque enigmáticas —Bobby Fischer, Marilyn Monroe y Nina Simone—, la salud mental y la corrección de los errores sistémicos son temas a los que vuelve una y otra vez. (Garbus también dirigió una serie documental sobre The New York Times titulada The Fourth Estate).
En el caso de Enrique y Meghan, Garbus dijo que la historia ya estaba en marcha cuando ella se involucró, una novedad para una cineasta que prefiere determinar la mejor manera de abordar sus temas. El documentalista Garrett Bradley había llevado la realización del proyecto, pero ambas partes se separaron porque el estilo “vérité” de Bradley no encajaba con los intereses de la pareja. Los representantes de Bradley rechazaron hacer comentarios.
Garbus señaló que Enrique y Meghan estaban interesados en contar su historia de amor en el contexto histórico de la monarquía británica. Garbus quería ampliar esa idea y explorar cómo sus pasados personales afectaban a su presente.