Francia vs. Argentina
Dónde verlo: 10 a. m., hora del Este. Fox, Telemundo.
Después de 64 partidos, después de goles magníficos, derrotas asombrosas y sorpresas por doquier, la Copa del Mundo concluye hoy. Parece como si este enfrentamiento lo hubieran decretado Gianni Infantino, los jeques de Catar, Fox, Telemundo y los miembros del consejo de la FIFA que tal vez aceptaron sobornos o tal vez no.
Argentina. Francia.
Entre las dos naciones, ocho finales de la Copa del Mundo (10 cuando empiece este partido). Dos campeonatos cada una.
Lionel Messi. Kylian Mbappé.
El mejor de todos los tiempos contra el mejor de este tiempo, ambos en la nómina del París Saint-Germain, que da la casualidad que pertenece a Catar.
Francia puede convertirse en la primera nación desde Brasil, en 1958 y 1962, en ganar títulos consecutivos. Ese es territorio de Pelé. Mientras tanto, Argentina se puede convertir en el primer caso de combustión espontánea para un país antes de celebrar un desfile de la victoria. Desaparecería, dejaría de existir dejando un cráter con una figura aproximada al perfil de Messi.
Este no es el Mundial de Messi porque vaya a ser el último, como él mismo lo confirmó la otra noche, sino porque ha desafiado la edad, la oposición y una presión inconmensurable para llevar a su patria hasta el último partido.
Cinco goles y tres asistencias, la mayoría fruto de la imaginación y la fe. Esos momentos —como su apabullante demostración de regate contra Croacia o su descomunal pase filtrado contra los Países Bajos— simplemente aparecen. Y lo han hecho en todos los partidos, en momentos críticos, para impulsar a Argentina al precipicio de la eternidad.
El hecho de que Francia haya alcanzado esta fase a pesar de los momentos de aletargamiento en las rondas eliminatorias indica una preocupante susceptibilidad a lapsos flojos y pasivos. O quizás es que Les Bleus —aun con un deslumbrante Mbappé, un creativo Antoine Griezmann y un Olivier Giroud al acecho— todavía no han estallado con toda su intensidad. Y si esto llega a ocurrir (¿o deberíamos decir cuando ocurra?), ¡ay, ay, ay!, que nos agarren confesados.
Ésta es la última Copa del Mundo para muchos (para Messi y Cristiano Ronaldo, Luka Modric y Dani Alves) y tal como la conocemos (participarán 48 naciones en el torneo en 2026). Por lo tanto, esta final, que desbordará realeza futbolística, es una despedida adecuada para un espectáculo glorioso y complicado que apareció como por arte de magia en un desierto: Francia o Argentina están a una victoria de la inmortalidad, la mejor forma de permanencia.