El presidente mexicano reconoció el martes que había sido informado de que el máximo responsable de derechos humanos de su gobierno estaba siendo espiado, pero dijo que le había indicado al funcionario que no se preocupara.
La admisión se produce un día después de que The New York Times reveló que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos del gobierno de México, fue atacado con el programa espía más conocido del mundo mientras investigaba abusos del ejército del país.
“Me lo comentó y le dije que no le diera importancia porque no había ninguna intención de espiar a nadie”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de que le preguntaron por el artículo del Times en su habitual conferencia matutina de prensa del martes.
López Obrador, que asumió la presidencia en 2018, prometió poner fin a la vigilancia “ilegal” e “inmoral” del pasado y ha declarado que su gobierno no espía a nadie.
El celular de Encinas fue blanco del programa espía conocido como Pegasus en reiteradas ocasiones, incluso el año pasado, informó el Times. Los ciberataques contra Encinas fueron confirmados por cuatro personas que hablaron con él sobre el espionaje y por un análisis forense independiente realizado por Citizen Lab, un grupo de vigilancia con sede en la Universidad de Toronto.
Pegasus puede infectar celulares sin dejar rastro de intrusión y extraer de ellos todos los datos: cada mensaje de texto, cada correo electrónico, cada foto. El sistema puede incluso observar a las personas a través de la cámara del teléfono y escucharlas por su micrófono.
La herramienta de espionaje, de fabricación israelí, ha infectado miles de celulares en todo el mundo y solo se autoriza la venta de su licencia a organismos gubernamentales.
No hay pruebas definitivas de quién estaba detrás de los hackeos al teléfono de Encinas, pero la única entidad en México que tiene acceso a Pegasus es el ejército, según cinco personas familiarizadas con los contratos del programa espía.
Encinas dirige la comisión de la verdad del gobierno sobre la desaparición de 43 estudiantes en 2014, una de las peores violaciones a los derechos humanos en la historia reciente del país. Encinas y su equipo han acusado al ejército de participar en el secuestro masivo de los estudiantes.
Es la primera vez que se confirma públicamente un caso de espionaje de Pegasus a un miembro tan importante de un gobierno en México, y más aún a alguien tan cercano al presidente.
Cuando se le preguntó si el gobierno investigaría la vigilancia a Encinas, quien ha sido amigo y aliado de López Obrador durante décadas, el presidente dijo: “No, es que nosotros no espiamos”.
Varios grupos de derechos condenaron los comentarios de López Obrador.
“Lamentamos que el Presidente minimice el espionaje que su administración realiza”, tuiteó el Centro Prodh, una organización de derechos humanos cuyos empleados fueron espiados con Pegasus el año pasado.
Un grupo de expertos independientes que realizan una investigación de la desaparición de los 43 estudiantes pidieron que la fiscalía general investigue los ciberataques a Encinas y los calificaron de “hechos que vulneran derechos a la libertad, la intimidad”.
Durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto había varias máquinas de Pegasus en México, controladas por la oficina del fiscal general, la agencia de espionaje del país y el ejército.
Pero para 2019, todos los sistemas Pegasus en el país habían sido desconectados, excepto el operado por los militares, según cuatro personas familiarizadas con los contratos firmados en México.
Después de que el gobierno de Joe Biden vetara al fabricante del programa espía, NSO Group, en 2021, el Ministerio de Defensa israelí dijo que tomaría medidas para impedir que el sistema se utilizara para fines distintos a la lucha contra los delitos graves y el terrorismo.
El Ministerio de Defensa ordenó entonces desconectar a varios países de Pegasus, pero no canceló la licencia del ejército mexicano y posteriormente la prorrogó. Un vocero del ministerio no quiso hacer comentarios.
NSO Group ha abierto una investigación en torno a las denuncias de abuso de Pegasus en México, según una persona con conocimiento de los protocolos de cumplimiento de la empresa.
No está claro cómo afectaría una investigación de este tipo al destino del programa espía en México, donde se ha empleado contra defensores de derechos humanos y periodistas durante años prácticamente sin rendición de cuentas.
Emiliano Rodríguez Mega colaboró con reporteo desde Ciudad de México.
Natalie Kitroeff es la jefa de la corresponsalía del Times para México, Centroamérica y el Caribe. @Nataliekitro
Ronen Bergman es reportero del staff de The New York Times Magazine y vive en Tel Aviv. Su libro más reciente es Rise and Kill First: The Secret History of Israel’s Targeted Assassinations, publicado por Random House.